La Generalitat avalará créditos a estudiantes desde tercero de carrera
La garantía pública busca animar a la banca a dar préstamos a los alumnos
La Generalitat quiere cambiar su política de ayudas a los universitarios. Al margen del doctorado, la mayoría de las ayudas actuales a los estudiantes, o bien son becas o son ayudas para poder fraccionar el pago de la matrícula. En el futuro, el objetivo es combinar dos tipos de ayudas: las becas y los préstamos-salario. Estos últimos ya existen para posgrados y estudiantes desplazados fuera de su comunidad autónoma, pero se busca extenderlos y darles el aval de la Generalitat. Se pretende concentrar los préstamos a partir de tercer curso y mantener el grueso de las becas en los dos primeros, según el consejero de Innovación, Universidades y Empresa, Josep Huguet.
Esta distribución de ayudas se debe a que en los últimos cursos los estudiantes tienen menos posibilidades de abandonar su carrera. También baja el riesgo teórico de no disponer de ingresos futuros suficientes para poder devolver el préstamo. El aval de la Generalitat busca animar a la banca a prestar, ya que le garantizaría el cobro en caso de impago.
Los préstamos avalados serían universales como los actuales, sin límite por nivel de renta porque se pretende ligarlos al esfuerzo del alumno. El importe lo pagaría el estudiante al acabar la carrera cuando esté ya trabajando. Se prevé eximir a los estudiantes de pagar intereses, como ocurre con los actuales préstamos del Ministerio de Educación para cursar algunos posgrados.
Hasta ahora los préstamos para estudiantes no han terminado de cuajar debido al riesgo que comportan para la banca y al miedo de los estudiantes a solicitarlos. Según datos de la Generalitat, en el curso 2006-2007 se otorgaron en Cataluña préstamos por valor de 5 millones de euros, apenas un 9% más que el curso anterior (ver gráfico). Este crecimiento se queda en sólo un 5% si se le resta la tasa de inflación.
Aunque hay pronunciamientos judiciales favorables, los fondos de las becas no están traspasados a las autonomías. Hay un requerimiento de incompetencia de la Generalitat ante el Gobierno cetral.
Con o sin acuerdo con el Gobierno central, Huguet quiere reforzar la política de becas y préstamos a estudiantes. Inicialmente, su objetivo es que los préstamos-salario puedan añadirse a las ayudas del Ministerio de Educación, gestionado por la Generalitat.
La comisionada de Universidades, Blanca Palmada, trabaja con el objetivo de lograr un acuerdo sobre becas con el nuevo Gobierno central, tras las elecciones generales. Se quiere que el año que viene estén en marcha los cambios en la política de becas y préstamos.
Pero las negociaciones con el Ministerio de Educación avanzan a ritmo de tortuga. El ministerio ha ofrecido elevar el umbral económico para tener derecho a beca. La Generalitat, sin embargo, quiere que se tenga en cuenta la paridad de poder de compra en cada comunidad a la hora de concederlas, ya que en Cataluña, como en Madrid o en Baleares, el coste de la vida es mayor que en otras comunidades.
Los préstamos a estudiantes son habituales en otros países. En Reino Unido y Australia funcionan desde hace años. Lo habitual es que tengan un plazo de carencia o exención de dos años y que los estudiantes devuelvan la deuda al banco cuando ya están trabajando.
Incluso, en ocasiones, los estudiantes quedan exentos de devolver el préstamo si no alcanzan en su vida laboral un salario igual o superior al sueldo medio del país, recalca el informe Bricall, que fue dirigido por el exrector de la UB, Josep Maria Bricall por encargo del Ministerio de Educación. El Ministerio de Educación tiene un préstamo de estas características para cursar masters.
La UB sube en Medicina
Por segundo año consecutivo, la Facultad de Medicina de la Universidad de Barcelona (UB) ocupa el puesto 107 entre las mejores del mundo, según la clasificación que elabora la Universidad Jiao Tong de Shanghai. A nivel global, la UB es la única universidad española que está entre las 200 mejores del mundo, según la clasificación de la universidad asiática, que agrupa a 500 universidades repartidas por todo el mundo.
Para elaborar esta clasificación se tienen en cuenta, además de los premios Nobel salidos de cada universidad, las publicaciones sobre investigaciones altamente citadas y aparecer de forma significativa en las más prestigiosas, dice Josep Samitier, vicerrector de Innovación y Programas Internacionales de Investigación de la UB.
La clasificación de la Jiao Tong de Shanghai está dominado por las universidades norteamericanas y británicas. De las cinco primeras, cuatro son norteamericanas. Harvard (Estados Unidos) y Cambridge (Reino Unido) son las dos primeras, seguidas de las también norteamericanas de Stanford, Berkeley y Massachusetts.
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