Cuando la ciudad suena
Un colectivo analiza el papel del ruido en las relaciones sociales y la calidad de vida
El crepitar intermitente de un martillo neumático interrumpe el monótono rugido del tráfico. Fragmentos de frases de una moderna Babel se cruzan con los omnipresentes tonos telefónicos cada vez más bizarros, las músicas y noticias, que salen de aparatos ocultos tras paredes incapaces de proteger la intimidad acústica.
Es el sonido de la ciudad, una polifonía tan intensa que a menudo es imposible distinguir sus elementos: todo se funde en un magma sonoro, que nos llega amortiguado por la barrera mental que levantamos entre nosotros y el ruido que nos acecha y aturde. Ese sonido es el objeto del deseo y el estudio de Ciudad Sonora, un colectivo multidisciplinar, fundado en 2005 por el psicólogo social Noel García, la geógrafa de la Sorbona Claire Guiu, el etnomusicólogo Iñigo Sánchez y los antropólogos y sociólogos de la música Miguel Alonso, Sandra Anitua y Anna Juan.
El proyecto incluye crear un banco de sonidos que se pondrá en Internet
"Nos interesa la relación entre sonido y sociedad, por ello nos dedicamos a escuchar y analizar los sonidos que expresan el desarrollo urbano. Buscamos información clave para interpretar cómo se manifiesta y se compone nuestra sociedad", explica García.
Una muestra parcial de los datos que los miembros del colectivo, armados de una grabadora y un bloc de notas, han ido recopilando para el proyecto Acústicas de las transformaciones urbanas, se presenta en el marco del festival de arte sonoro Zeppelin, que se ha celebrado en el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona (CCCB) desde el jueves hasta hoy. El público ha tenido acceso al banco de sonidos, a través de una interfaz diseñada por Carlos Gómez, de la Orquestra del Caos, que reproduce un mapa del litoral de la ciudad de Barcelona con enlaces a diferentes fragmentos de audio, fotografías del lugar y un breve análisis psico-social.
"El proyecto analiza las condiciones socioacústicas de las transformaciones urbanas, a partir de una investigación etnográfica del litoral barcelonés. Es el comienzo del primer inventario sonoro de Barcelona, que permitirá estudiar el papel del ruido en la identidad, las interacciones sociales y la calidad de vida", asegura García.
"El espacio público es una gran caja de resonancia de las identidades que lo conforman", declara García, quien piensa desarrollar el proyecto en diferentes direcciones, con análisis comparados de diversos lugares o del mismo lugar en tiempos diferentes. El banco de sonidos estará en Internet en la web del colectivo (www.ciudadsonora.net) y a través de Sonoscop (www.sonoscop.net). "Las ciencias sociales tienen una amplia tradición de análisis visual, pero no sonoro. Sin embargo, el sonido es un elemento fundamental de la vida social", afirma el alma y líder del proyecto.
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