¿Vuelve Saint Etienne?

Todos recordamos a Nirvana y Oasis, pero sin los singles de Saint Etienne la banda sonora de los noventa sería incompleta. Desde su reducto londinense, el trío formado por Pete Wiggs, Bob Stanley y Sarah Cracknell conquistó el corazón de una inmensa minoría con su pop de reminiscencias sesenteras enfocado a las pistas de baile y estampas más inglesas que el té de las cinco.

Pero el nuevo siglo ha llenado de interrogantes una historia en la que Tales from Turnpike House, publicado hace tres años, es de momento su último capítulo. "Sarah y yo tenemos niños y nos obliga a planificar más el tiempo", confiesa Pete desde su casa en Brighton, con unos berridos infantiles de fondo. "Aunque los tres vivimos a mucha distancia, intentamos reunirnos una vez por semana. De hecho, tenemos ya muchas canciones para un nuevo álbum, lo difícil será conseguir un contrato discográfico en condiciones".

¿Fuera de combate? En absoluto. El haber perdido su rastro no significa que sus neuronas se hayan echado a la tumbona. Su manifiesta devoción por el cine y las series de televisión se ha reconvertido durante los últimos años en bandas sonoras para documentales (What have you done today, Mervyn Day? o el más reciente This is tomorrow). Pete y Bob siguen alimentando su militancia retro en Eclipse, un subsello de Universal desde el que exhuman glorias pretéritas como Dusty Springfield. Sin olvidar pequeñas joyas como Boxette, una caja de cuatro CD con canciones que hasta este invierno sólo se habían vendido a los miembros de su club de admiradores. O el último recopilatorio de su carrera con dos temas nuevos, aún sin fecha de salida, que es a la postre la excusa de esta visita.

¿Motivos para verlos hoy en Barcelona y mañana en Madrid? Un cancionero que resiste como pocos el paso del tiempo. Una banda de ocho músicos, incluyendo al trío, con set acústico incluido. Su primer concierto en España desde 2002, obviando el surrealismo que envolvió su actuación dos años atrás en León. Y rendir honores a una banda que lleva dos décadas flirteando con el éxito comercial. La onda expansiva de He's on the phone, su mayor bombazo, se apagó pronto.

Tampoco sirvió que Tore Johansson, el sueco que encumbró a The Cardigans y firmó el debut de Franz Ferdinand, produjera el fiasco comercial de Good humor. Ni que A good thing apareciera en la banda sonora de Volver, la película de Almodóvar. "Podríamos haber sido más populares, aunque eso implicaba una dedicación que no queríamos ni sabíamos afrontar", confiesa Pete, "pero aún aspiro a componer otro hit y hacerme rico".