EADS aterriza en Alabama
El fabricante europeo se prepara para aumentar su producción en la zona dólar
A mediados del pasado mes de enero, el presidente ejecutivo del consorcio aeroespacial europeo EADS, Louis Gallois, dejaba claras sus intenciones de potenciar la producción en países de la zona dólar para, entre otras cosas, neutralizar los efectos negativos de la fortaleza del euro. Pocos meses antes, a mediados de junio, ya había mandado un aviso para navegantes a las autoridades monetarias europeas: "por cada diez céntimos que se revaloriza el euro, perdemos ventas por valor de 1.000 millones".
Un "dólar incontrolado" como el que sufrimos desde hace algún tiempo es el "problema más importante de Airbus", según Gallois.
La creación de EADS y sobre todo de su filial de aviones comerciales Airbus ha supuesto un antes y un después importante en la historia de Boeing. Ha tenido que aceptar que le arrebatara la mitad del negocio mundial de aviones comerciales de más de 100 pasajeros y la pérdida de algunos mercados militares internacionales, sobre todo europeos, de helicópteros y aviones de combate tras la aparición del Tigre y el Eurofighter, pero que el enemigo se le meta en su casa y le arrebate un contrato con su principal cliente, eso ya clama al cielo. "La batalla no ha hecho más que empezar", comentaba a finales del pasado mes de octubre el presidente de Airbus, Thomas Enders.
Según su director de 'marketing', EADS espera cerrar la compra de una empresa mediana en EE UU antes de que finalice el año
En los próximos ejercicios, esperan reducir el peso de Airbus y aumentar el de las ventas militares y de servicios en los resultados
Para Louis Gallois, que presentará el próximo martes a la prensa los resultados del ejercicio económico correspondientes al año pasado, las cosas también están claras, incluso las ha bautizado y organizado en un plan: Vision 2020. Un programa en el que entre sus principales objetivos destaca el de reducir su dependencia de Airbus. Tratar de disminuir hasta el 50% el peso de la división de aviones comerciales en la cifra de negocios del grupo va a ser una de sus batallas más importantes. Y no sólo por el aumento de sus actividades militares, los capítulos de servicios, que representan actualmente un 10% aproximadamente, debería aumentar también hasta el 20% ó 25%.
Y a ello habría que añadir una importante deslocalización según el Vision 2020, que supondría que el 20% de los empleados del grupo y el 40% del aprovisionamiento se situase fuera de Europa.
En ese contexto hay que situar las insinuaciones tanto de Gallois como de algunos de los miembros de su equipo sobre las posibilidades de comprar alguna empresa norteamericana de tamaño medio a corto o medio plazo.
El último en pronunciarse en ese sentido ha sido el número dos de EADS, Marwan Lahoud, en unas declaraciones a finales del pasado mes de enero al diario francés Le Figaro en las que entre otras cosas comentaba que "realizar una adquisición en Estados Unidos en 2008 es una necesidad".
El británico Financial Times llegaba algo más lejos y anunciaba una operación inminente de unos 200 a 400 millones de dólares a la que podría seguir otra, también este año, de unos mil millones de dólares. El propio Lahoud comentó al Financial Times que EADS piensa invertir un total de 10.000 millones de euros en las adquisiciones que se realizarán en los próximos años y de las que la mitad se destinarían a Estados Unidos. Aprovechar la debilidad del dólar en eastas compras supondría una buena medicina frente a las pérdidas ocasionadas por la fortaleza del euro.
En la presentación anual de los resultados que realizará el próximo martes en París acompañado de su equipo directivo, Louis Gallois no va a poder, ni querer, disimular su optimismo por los logros alcanzados durante los últimos meses con los que trataran de neutralizar las consecuencias del annus horribilis que arrastraban desde la comunicación del retraso en las entregas del superjumbo A-380 o incluso del avión de transporte militar, A-400M, que se ensambla en Sevilla.
Los resultados económicos del pasado ejercicio les respaldan, vendieron más aviones de los que pensaban y a mejor precio del previsto. Airbus les permitió terminar el año con una cartera de pedidos por valor de 125.000 millones de euros y una caja de 5.000 millones que les permite también dar algún golpe de efecto próximamente. No sería mal auditorio el del próximo martes.
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