Nadal vuelve a falsear el precio de la leche
Un muestreo confirma que sólo la leche selecta supera el coste de la gasolina
Dolors Nadal volvió a demostrar ayer que no va al supermercado. Y si va, o no mira los precios, o sólo compra los productos más caros y las marcas más exclusivas. La candidata del PP por Barcelona insistió en un dato falso que ya lanzó durante el debate electoral de TV-3 el pasado viernes: "Con Zapatero, la leche ya es más cara que la gasolina". EL PAÍS amplió ayer el muestreo iniciado el pasado domingo en seis supermercados sobre 100 precios y comprobó que la afirmación, en términos estadísticos, es falsa (véase el cuadro). El precio medio de la leche se sitúa en 0,93 euros y sólo la media de las leches enriquecidas o de gama alta alcanza los 1,23 euros.
Basarse únicamente en los precios de los productos selectos para teorizar sobre el coste de la vida sería como sentenciar sobre el precio medio de los automóviles fijándose sólo en los Rolls Royce o los Ferrari.
El litro de leche de marca blanca oscila entre 0,67 y 0,85 euros. Las marcas tradicionales cuestan alrededor de un euro. Sólo las leches con productos añadidos (omega 3, enriquecidas con vitaminas, sin calcio...) y las de gama alta son más caras que la gasolina. También ayer este diario comprobó el precio de la gasolina de 95 y 98 octanos en una decena de gasolineras de Barcelona. La de 95 octanos cuesta 1,13 como promedio y la de 98 vale 1,25.
Comparando el Ferrari de la leche y el Ferrari de la gasolina, sigue saliendo más caro el carburante mineral.
La leche ha subido, pero no tanto como quiere hacer creer la candidata del PP por Barcelona. De hecho, Nadal ha utilizado la frase de la leche y la gasolina como un verdadero reclamo para su mensaje. La repite en casi todos los mítines, pues el equipo de campaña de la candidata considera que es una forma fácil de alimentar el fantasma de la crisis económica y crear alarma sobre en encarecimiento de la cesta de la compra.
La realidad es que si uno se empeña en comprar leche más cara que la gasolina, la encuentra sin ningún problema. Las marcas que ofrecen productos biológicos o que añaden complementos vitamínicos a la leche fácilmente rondan los 1,65 por litro. Otra posibilidad es la leche sin lactosa, recomendada para las personas que no toleran este componente. El litro puede salir por 1,50 euros, pero su consumo es minoritario.
Todo eso le importa poco a la candidata. Ayer, de nuevo, volvió a buscar el aplauso fácil y repitió que la leche es más cara que la gasolina. Es más, recalcó: "Que se miren las cifras, que se las miren bien los socialistas, que han iniciado una campaña para hacernos creer lo contrario". Nadal volvió a mentir. No son los socialistas los que sacaron a la palestra las cifras erróneas del PP, lo hizo EL PAÍS en su edición del pasado domingo.
Pero ¿tiene realmente influencia el color político del Gobierno en la subida de la leche? "Nada, en absoluto, el color político sólo debe contribuir a la transparencia de precios y a cambiar el sistema de cuotas lácteas", responde Luis Calabozo, director de la Federación Española de Industrias Lácteas.
Y es que el incremento del precio de la leche, que ha aumentado casi el 30% en un año, tiene su origen muy lejos de esta campaña electoral. Se debe sobre todo al sistema de cuota láctea y la situación de escasez mundial vivida en 2007: la demanda se disparó en Asia y bajó la producción en Nueva Zelanda, Australia y Argentina.
España tiene limitada la producción a 6,1 millones de toneladas anuales, cuando el consumo asciende a nueve millones. El déficit se cubría hasta ahora con la llamada leche negra o fuera de cuota, que se controla mucho más que antes, y con las importaciones de Francia, que se frenaron por la escasez. Ahora éstas se han recuperado y la industria calcula que el precio al consumidor bajará en breve.
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