Un derecho sujeto a trabas

En España, el Código Civil permite desde 2005 el matrimonio de gays y lesbianas y la adopción por parte de una pareja del mismo sexo. Pero algunos jueces han puesto trabas a la aplicación de la ley por su ideología y creencias religiosas. El juez de familia Fernando Ferrín Calamita, por ejemplo, intentó impedir que una mujer adoptara a la hija de su esposa. La fiscalía reaccionó la semana pasada y propuso la suspensión del magistrado al Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).

La polémica tampoco ha quedado del todo zanjada en el ámbito político. En una entrevista, publicada en la web del diario 20 Minutos, el candidato del PP Mariano Rajoy provocó las iras de los colectivos homosexuales al manifestarse partidario de acabar con la reforma de Zapatero que otorgó a los matrimonios gays el derecho a adoptar.

El PSOE también criticó con dureza estas declaraciones que fueron matizadas y suavizadas de inmediato por la dirección del PP. Las manifestaciones de Rajoy, se apresuró a aclarar, son "coloquiales" y se limitan a su sentir personal. El PP, continuó, no tiene intención de eliminar ese derecho y esperará a lo que diga el Constitucional.

En cualquier caso, la justicia europea ha dado un espaldarazo a los colectivos gays con una histórica sentencia. El 22 de enero pasado la Gran Sala del Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo condenó a Francia por discriminar a una homosexual en un proceso de adopción de la hija de su esposa.

En Europa, además de España, ocho países permiten la adopción de niños por parejas de gays o lesbianas: Alemania, Bélgica, Dinamarca, España, Islandia, Noruega, Holanda, Reino Unido y Suecia. En Suráfrica y Canadá el derecho a la adopción de las parejas homosexuales fue reconocido antes que el del matrimonio.