Una cárnica cierra y deja sin empleo a 79 trabajadores
Comercial Distribuidora Llémena, Codilma, una empresa dedicada al sacrificio y despiece de cerdos con sede central en Sant Esteve de Llémena (Garrotxa), comunicó ayer a sus trabajadores el cese de la actividad y el inicio de un proceso concursal para cerrar sus instalaciones. La compañía cárnica, que además del matadero tiene una planta de fileteado y envase en Sant Julià de Vilatorta (Osona), dejará sin empleo a 79 trabajadores.
La empresa anunció la presentación al Departamento de Trabajo de un expediente de regulación de empleo para extinguir todos los contratos y cerrar la empresa. Mientras se resuelve el proceso, Codilma ha dado permiso remunerado a la plantilla. Los principales accionistas de la compañía son la cooperativa Copalme de Lleida y Sodeporc, una sociedad formada por ganaderos porcinos.
La empresa había rebajado la matanza de cerdos de 1.500 a 200 diarios
El comité de empresa, explicó uno de sus representantes, hace días que ya "se temía lo peor". "Normalmente sacrificábamos unos 1.500 cerdos y últimamente no llegaban ni a 200", aseguró Gregorio Mañero, miembro del comité.
Fuentes sindicales afirmaron que llevan años atravesando dificultades económicas y continuos cambios en el accionariado de la empresa. La situación se vive con preocupación en Sant Esteve de Llémena, donde Codilma está muy arraigada y ha facilitado empleo a muchas familias. "Hay casas donde los dos miembros de la pareja trabajan en el matadero", aseguró un vecino de la localidad también afectado por el cierre de la empresa.
La plantilla se reunirá en los próximos días con los representantes sindicales para pactar indemnizaciones. La empresa, sostiene el comité, ya les ha advertido de que no les podrá dar más de 10.000 euros, provenientes del fondo de garantía salarial. A pesar de que los trabajadores juzgan esta cifra insuficiente, todavía no se plantean realizar movilizaciones. Codilma se fundó en 1988 y llegó a exportar el 20% de su producción al resto de Europa y a Asia.
