_
_
_
_
Apuntes

Hay 28 carreras que no quieren estudiar ni 10 alumnos

Ignacio Zafra

Hay 28 carreras a disposición de los universitarios valencianos que este curso no han querido estudiar ni 10 alumnos. El dato, que proviene del listado de preinscripción de la Consejería de Educación, incluye a los centros privados adscritos a las universidades públicas (que son las que finalmente expiden los títulos). Pero deja fuera a las dos universidades privadas (CEU y Católica), por lo que el número de carreras notablemente insostenibles podría ser mayor. Las cifras de preinscripción (que se toman de las solicitudes de primera opción) no coinciden exactamente con las de matrícula, aunque tampoco varían demasiado. Revelan, en cualquier caso, el interés que genera un título determinado en un centro determinado.

Once de esas carreras se imparten en la Universidad Miguel Hernández de Elche (y en tres de sus centros adscritos), y otras tantas en la Universidad Politécnica (con mención especial para su campus de Alcoi). El listado lo completan la Universidad de Alicante (con cuatro carreras), la Universitat de València (para ser exactos, un centro adscrito) y la Jaume I de Castellón (una).

La Politécnica ha sido la única que ya ha anunciado que cortará por lo sano aquellas titulaciones que no alcancen los 75 alumnos en el caso del campus de Vera o los 50 alumnos en el caso del de Alcoi. Eso, aprovechando la adaptación de las Ingenierías y las carreras técnicas a títulos de grado y másteres oficiales de acuerdo con el modelo del Espacio Europeo de Educación Superior (EEES), supondrá dejar la actual oferta de 58 carreras en un máximo "de 35 a 40" grados, según su vicerrector de Ordenación Académica, Vicente Esteban Chapapría. El tijeretazo será especialmente serio en el campus de Alcoi, un centro potenciado en la etapa de rector de Justo Nieto que ha naufragado a pesar de los esfuerzos de su dirección, que se ha dedicado incluso a importar estudiantes desde Latinoamérica y Turquía para mantenerse a flote. De sus 11 carreras actuales pasará a contar probablemente con cuatro grados.

¿Cuántos alumnos debe tener una titulación para ser viable? La respuesta está sujeta a controversia. El Atlas de la España Universitaria levantó una gran polvareda el año pasado al proponer un mínimo de 125 nuevos alumnos, lo que dejaba fuera al 75% de las titulaciones españolas. Más tarde, el Consejo de Coordinación Universitaria presentó un informe en el que se manejaba la cifra de 75 matriculados en primero. Un listón que podía rebajarse por la importancia social o política de la materia (por ejemplo Filología Catalana).

Mientras en el campus de Vera se negocia para aprobar la reconversión de las titulaciones este mismo mes, en la Miguel Hernández el proceso se encuentra más atrasado. Una de las carreras propias con peor aceptación por los estudiantes es la diplomatura de Estadística, que este año solo ha conseguido matricular a siete alumnos.

A pesar de que el número parece decirlo todo, su vicerrector de Estudios, José Vicente Segura, se resiste a aceptar que la supresión de ese tipo de titulaciones sea inevitable. "No es una decisión que podamos tomar alocadamente. Somos la única universidad valenciana que oferta Estadística, y todos los estudios indican que el mercado va a reclamar cada vez más diplomados en Estadística. Así que tenemos que plantearnos si queremos eliminarla siguiendo las modas universitarias para luego tener que importar especialistas". Segura se preocupa por recordarlo, es profesor precisamente de esa carrera.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Adaptarse o morir

La falta de interés de los alumnos afecta severamente a los centros adscritos, instituciones docentes que no tienen el tamaño necesario (y en muchos casos tampoco la vocación) para convertirse en universidades. Esa falta de interés se ve parcialmente atenuada por el efecto rebote de quienes no consiguen entrar en su primera opción.

El Centro de Estudios Pax, adscrito a la Politécnica, ha tirado este año la toalla en la única carrera que ofrecía, Turismo. Una diplomatura que se imparte en siete campus valencianos, mucha oferta para tan poca demanda. Pax ha decidido no aceptar alumnos de primero y dejar morir la carrera cuando acaben los que se encuentran en segundo curso. Lo mismo hizo el año anterior la Mediterranean University of Science and Technology (Must) un atípico centro fundado en los noventa dentro del recinto de la Politécnica que dirigía el iraquí Meiad Thanoon.

La Escuela de Negocios Estema representa el caso contrario; está diseñada para matricular entre 25 y 30 alumnos en primero, que pagan de 4.000 a 4.500 euros por curso de Derecho, ADE o Traducción e interpretación.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Ignacio Zafra
Es redactor de la sección de Sociedad del diario EL PAÍS y está especializado en temas de política educativa. Ha desarrollado su carrera en EL PAÍS. Es licenciado en Derecho por la Universidad de Valencia y Máster de periodismo por la Universidad Autónoma de Madrid y EL PAÍS.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_