Inclán tacha de "extorsión" las reclamaciones sindicales

El conflicto entre Osakidetza y los sindicatos se ha convertido en una verdadera guerra de desgaste para ver cuál de las dos partes aguanta mejor la presión. En medio, el ciudadano sufre las consecuencias del enfrentamiento. Los sindicatos y la oposición volvieron ayer a la carga con sus críticas tras la huelga general del pasado martes, mientras que el consejero de Sanidad, Gabriel Inclán, les replicaba tachando de "extorsión" las reivindicaciones de las centrales.

Inclán recalcó en Radio Popular que su departamento se encuentra dispuesto a retomar la negociación, pero enfatizó que no admitirá las exigencias planteadas. En la entrevista, la primera que concede en los últimos meses, el consejero se atrincheró en su discurso de que "si [los sindicatos] no cambian, no habrá ninguna solución". "Para negociar tienen que querer las dos partes y que haya sentido común", remató. Inclán tachó de "inasumibles" las reclamaciones de las centrales, y destacó que la sociedad vasca no puede pagarlas.

El titular de Sanidad tiene previsto comparecer ante la comisión correspondiente del Parlamento el próximo 28 de febrero para explicar la conflictividad que envuelve al Servicio Vasco de Salud. El PP quiere que adelante esa intervención. "La sanidad vasca nunca ha sufrido una crisis como la actual", destacó ayer la parlamentaria popular Juana Iturmendi.

ELA, sindicato mayoritario y que abandera la movilización, advirtió a Osakidetza de que su discurso "barriobajero" no va a conseguir desprestigiar a los trabajadores. Sobre el envío del listado de huelguistas al Parlamento, el sindicato invitó a Osakidetza a que también entregue los datos de las operaciones y pruebas complementarias derivadas a la sanidad privada. "Osakidetza se ha puesto nerviosa", concluyó. La Asociación de Defensa de la Sanidad Pública-Osalde alertó de la creciente concertación con la privada.