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Barcelona atenderá todas las demandas de ayuda para el comedor escolar

En el actual curso, 4.000 niños han quedado fuera de las subvenciones

Blanca Cia

Cubrir todas las demandas de ayuda para el comedor escolar que lleguen de los colegios de Barcelona para que nadie que lo necesite se quede fuera. Eso es lo que no ha ocurrido, por ejemplo, en el actual curso escolar, en el que cerca de 4.000 niños -sobre 7.000 que sí la obtuvieron- y sus familias no lograron las ayudas para el comedor escolar porque el consistorio había agotado ya la partida asignada a ello. Solución: incrementarla. Y eso es lo que anunció ayer el alcalde de Barcelona, Jordi Hereu. Si para este curso el consistorio aportó 661.000 euros, para el próximo serán algo más de 3.060.000.

4.000 familias no tuvieron subvención pese a cumplir los requisitos

Las competencias corresponden a la Generalitat, pero el Ayuntamiento de Barcelona tiene una larga tradición de aportar fondos propios para aumentar el apoyo a las políticas de comedor escolar. Pese a ello, no se cubrían las demandas de todos los solicitantes que tenían derecho a recibir las ayudas, la mayor parte familias que perciben rentas mínimas, muchas de ellas monoparentales.

Hasta ahora, uno de los requisitos era tener una renta anual inferior a 3.900 euros por persona. Así, estar entre los posibles beneficiarios dependía de los ingresos y del número de personas que integran la familia. En la práctica, las ayudas se destinan a las familias con ingresos que bordean el salario mínimo interprofesional, de unos 600 euros al mes.

En el presente curso, las mencionadas administraciones aportaron 4.621.000 euros y fueron atendidas 7.869 peticiones de ayudas. La mayor parte de ellas (el 62%) suponían una subvención de tres euros por comida, en el 36% de los casos se aportaban cuatro euros por comida y en el 2% (niños discapacitados de centros de educación especial) se sufragaba la totalidad del gasto. El coste medio de comida por niño es de seis euros.

El consistorio no quiere que ningún niño con derecho a recibir la ayuda vuelva a quedarse sin ella. Si este año entre las dos administraciones han sumado 4.621.000 euros, en el curso 2008-2009 aportarán algo más de siete millones: cuatro la Generalitat y poco más de tres el consistorio barcelonés.

Desde el próximo curso, las ayudas para el comedor se regularán por medio de una convocatoria única hecha por el Consorcio de Educación -formado pro la Generalitat y el Ayuntamiento-, que se encargará de unificar los criterios del baremo que se aplicará a todo el alumnado de la ciudad. La convocatoria se realizará entre los meses de abril y mayo.

Hasta ahora, el principal criterio era la renta, que se puntuaba con tres puntos. Otras circunstancias que también entraban en el baremo tenían que ver con el tipo de familia: numerosas, monoparentales, si algún miembro de la familia sufría algún tipo de discapacidad, etcétera. La concreción del baremo y la puntuacións la fijará el Consorcio de Educación.

Hereu avanzó que en caso de que se produzca un aumento sensible del número de peticiones de ayudas, las administraciones incrementarán las aportaciones hasta poder atenderlas al cien por cien.

El bipartito municipal presentará hoy en el pleno esta medida, que, según apuntó Hereu, responde al compromiso de mejorar las políticas de ayudas de comedor. "Debemos llegar a todo el segmento de familias que lo necesitan", puntualizó.

Sin diferencias

El alcalde, Jordi Hereu, dijo ayer en la presentación de la ayuda para los comedores escolares que una medida así no tiene nada que ver con la convocatoria electoral y sí, en cambio, con la cohesión social de los barrios de la ciudad.

También aludió a que la deben recibir todas las familias que las necesitan, con "independencia" de su origen. Quería decir que no importa si son inmigrantes o catalanes. Y ésa es, precisamente, una de las cuestiones delicadas en las políticas de ayudas sociales de cualquier ciudad cuando la población autóctona considera que las ayudas de la Administración van a parar preferentemente a la población inmigrada en detrimento de los autóctonos.

Este sentimiento, por ejemplo, llegó a calar en el distrito de Ciutat Vella y anida en algunos barrios de la ciudad con un porcentaje elevado de inmigración.

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Sobre la firma

Blanca Cia
Redactora de la edición de EL PAÍS de Cataluña, en la que ha desarrollado la mayor parte de su carrera profesional en diferentes secciones, entre ellas información judicial, local, cultural y política. Licenciada en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona.

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