Canadá prohíbe la donación de órganos a los homosexuales
La medida pretende evitar la transmisión del VIH
Las asociaciones gays de Canadá han denunciado la "vuelta al pasado" de su Ministerio de Sanidad. Éste ha decidido rechazar las donaciones de órganos de aquéllos que hayan sido "sexualmente activos" durante los últimos cinco años. La medida se debe al miedo a una transmisión del VIH, como si no hubiera pruebas que detectaran el virus. También tienen prohibido donar órganos los consumidores de drogas inyectadas y las personas que se dedican a la prostitución.
Para los grupos gays del país -y para los del resto del mundo- se trata de una medida "homófoba y reaccionaria". Sin embargo, una portavoz del Ministerio de Sanidad canadiense afirma que "lo principal es asegurar la seguridad de los trasplantes".
La decisión remite a los años ochenta del siglo XX, cuando prohibiciones similares se impusieron en todo el mundo, aunque después, poco a poco, se han ido retirando, por lo menos en la mayoría de los países de la UE, fruto de las campañas de concienciación que quieren evitar la asimilación de homosexualidad y sida.
Pero la medida no ha sorprendido. Aunque Canadá tiene una legislación muy abierta en derechos de los gays, matrimonio incluido, su primer ministro, el conservador Stephen Harper, no destaca por su sensibilidad ante los gays o el VIH (fue clamorosa su ausencia de la cumbre contra el sida, celebrada en Toronto en 2006).
En España, las restricciones a las donaciones por parte de homosexuales se retiraron hace años. El último reducto fue el hospital militar Gómez Ulla, de Madrid, donde hasta hace cuatro años no aceptaba la sangre de los gays. La normativa se cambió y ahora se pregunta a las personas por sus prácticas (si han tenido relaciones sexuales desprotegidas, se han inyectado droga o se han hecho un piercing o un tatuaje recientemente), pero no por su orientación sexual.
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