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570.000 viajeros afectados por la huelga de autobuses de Barcelona

Queda aún un día de huelga, el de hoy, pero las posiciones de los conductores de autobús y de la dirección de Transportes de Barcelona (TB) no se han movido ni un milímetro en las dos jornadas de paro (ayer y anteayer). Al contrario, ambas partes se distancian y el conflicto se encona, aunque se respetan los servicios mínimos. Mientras, los usuarios padecen una huelga que se ha convertido en un pulso: los conductores afirman su derecho a los dos días de descanso semanal y la empresa se atrinchera en la vigencia del convenio. El intento de los trabajadores de entregar ayer una carta a la dirección de la empresa, tras una manifestación a la que acudieron unas 300 personas, resultó inútil. Ni siquiera fueron recibidos. La media diaria de usuarios de autobús en Barcelona es de 570.000.

Los conductores piden que se aplique un decreto que modifica las condiciones pactadas en el convenio. La empresa sostiene que las modificaciones deben ser negociadas. La discordia se concentra en 30 minutos de descanso diarios y dos días de descanso semanal. El lunes se celebrará una reunión, pero el clima es de pesimismo.

El encono se agravó por la tarde cuando se efectuó una detención. Los Mossos d'Esquadra sostienen que el arrestado les agredió con un paraguas. Los trabajadores acusan a los mossos de provocarles. Al anochecer, se reprodujo la tensión sin llegar al enfrentamiento. La huelga está convocada por CGT y la Asociación de Conductores del Transporte Urbano. Comisiones y UGT ni la convocan ni la rechazan. Si triunfa, recogerán los frutos. Si fracasa, podrán acusar a los convocantes de aventurerismo.

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