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Los movimientos católicos arropan a Rouco contra la política familiar

Los cardenales y otros líderes religiosos encabezarán la concentración de Madrid

Legionarios de Cristo, el Camino Neocatecumenal (conocido como Kikos), Comunión y Liberación, los focolares, Comunidad de San Egidio, Renovación Carismática, los hombres de Acción Católica, además de la jerarquía en pleno del catolicismo español y las organizaciones clásicas de la Iglesia romana en España: 20.000 sacerdotes y parroquias, un centenar de congregaciones religiosas o asociaciones educativas o de caridad, el Opus Dei, etc. Madrid es mañana el centro de la cristiandad en una jornada impulsada por el cardenal Antonio María Rouco, con el aplauso de Benedicto XVI, que se hará presente en la plaza de Colón al mediodía mediante una enorme pantalla de televisión, el rezo del Ángelus y un discurso especial.

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El objetivo de la jornada es la defensa de la familia cristiana, que los obispos creen gravemente amenazada por varias iniciativas legislativas del Gobierno actual; y la gran atracción, la presencia en el acto de los fundadores de los movimientos eclesiales que disputan hoy la primacía en la movilización de masas durante los viajes del Papa.

Son el rostro más conservador del catolicismo contemporáneo y rara vez suelen coincidir en manifestación alguna. Rouco lo ha conseguido. También, que suban a la tribuna de oradores.

Primero hablará el italiano Andrea Ricardi, fundador de la Comunidad de San Egidio; y después Julián Carrón, el español que sustituyó hace dos años a Luigi Giussani al frente de Comunión y Liberación; José Gómez Argüello Wirtz, más conocido como Kiko Argüello, el fundador del Camino Neocatecumenal; Manuel Sarracedo, por Renovación Carismática, y el presidente diocesano de Acción Católica, Francisco Ayuga. La fundadora de Movimiento de los Focolares, Chiara Lubich, no ha podido viajar a Madrid por enfermedad. Dará su mensaje por televisión.

No ha sido invitado a hablar el fundador de los Legionarios de Cristo, Marcial Maciel, confinado en Mexico, donde nació, por acusaciones de pederastia. Los organizadores ignoraban ayer si su sustituto como director general de la legión, el español Álvaro Corcuera, estará en la concentración. Lo seguro es que no hablará.

También pronunciarán discursos el presidente de la Conferencia Episcopal y obispo de Bilbao, Ricardo Blázquez, y los cardenales españoles en activo: Antonio Cañizares (Toledo); Lluis Martínez Sistach (Barcelona), Agustín Garcia-Gasco (Valencia), y, por supuesto, el cardenal de Madrid, Rouco, pese a que ayer se vio obligado a acortar su navideña visita pastoral al centro penitenciario de Soto del Real (Madrid) por problemas de salud. El cardenal de Sevilla, Carlos Amigo, estará ausente, pero ha enviado un mensaje para ser emitido por las siete pantallas instaladas en la zona de la concentración.

Los organizadores no han olvidado que el protagonista de la jornada es la familia. Rodeando a la imagen de la Virgen de la Almudena, trasladada desde la catedral del mismo nombre a la plaza de Colón, habrá familias de diferentes movimientos, y en todos sus escalas: padres, abuelos y nietos. Varios de ellos también tendrán la oportunidad de dirigirse a los concentrados.

La idea con que los católicos han sido movilizados por sus obispos es que la familia, como institución base de la sociedad católica, ha sido atacada por iniciativas legislativas del Gobierno actual. Varios prelados, con Rouco a la cabeza, ya salieron a la calle en manifestación cuando se estaban tramitando en las Cortes.

Exhibición de fuerza del episcopado

Los obispos despiden el año y la legislatura parlamentaria con otra demostración de fuerza, ilusionados con reunir de nuevo a varios cientos de miles de personas en Madrid. Ahora lo hacen en solitario, aunque el cardenal Rouco ha celebrado reuniones privadas con los católicos del PP para recabar apoyos. Cree tenerlos. Desde su arzobispado algunos portavoces se han puesto un listón alto: reunir a millón y medio de personas, como mínimo.Para lograrlo, han logrado movilizar a todos los obispos. Algunos han fletado trenes especiales, e incluso aviones, con precios excepcionales. Sólo los nuevos movimientos tenían reservados ayer 1.100 autobuses.Aunque los convocantes, con el delegado de Pastoral Familiar de la Archidiócesis de Madrid, Manuel Barrios, a la cabeza, han dicho que sólo se trata de una celebración ("no una manifestación"), el lema de la convocatoria -Por la familia cristiana-, la cartelería y los discursos dejan pocas dudas sobre el carácter político y reivindicativo del acontecimiento. Rouco lo ha dicho en su pastoral convocante al subrayar "el plan de Dios sobre el matrimonio, la familia y las consecuencias que se derivan del mismo: la defensa de la vida, la unión indisoluble del matrimonio entre hombre y mujer, el significado trascendente del amor conyugal y el derecho insustituible de los padres a educar a sus hijos según sus propias convicciones".Detrás de tales eufemismos, ya en declaraciones a la prensa, los prelados no han ocultado sus intenciones: la protesta contra un Gobierno que legalizó como matrimonio la unión de personas del mismo sexo; que reformó la ley del divorcio para hacerlo más ágil (el llamado divorcio express), que no descarta ampliar la despenalización del aborto, y que "quiere arrebatar a los padres su derecho a educar a los hijos según sus propias convicciones"

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