Perlas, las de Gasset
Los directivos de RTVE decidieron poner en la calle a buena parte de sus técnicos y creadores con el fin de sanear las cuentas del Ente. Regla de la economía: si hay que echar a tantos, adelante, valgan lo que profesionalmente valgan; lo que importa es que los números cuadren.
De modo y manera que un montón de magníficos profesionales han tenido que abandonar sus tareas en TVE e irse a casita, con el mismo sueldo o casi, pero sin poder trabajar: oficialmente son viejos inservibles, aunque ni siquiera tengan 60. Antonio Gasset es uno de esos inútiles. Ha cumplido 61 años, así que fuera, fuera, a la calle, "de manera voluntaria", eso sí, como eufemísticamente se proclama, pero a la calle, coño.
Su personal estilo tiene numerosos fans fascinados por su sarcasmo
"A la hora que se emite mi programa sólo puede ser visto por insomnes"
Días de cine, que Gasset venía dirigiendo desde hace 13 años, ha tenido un éxito infrecuente para este tipo de programas, aunque su emisión haya rotado arbitrariamente por todos los horarios: a veces se transformaba en una aventura averiguar cuándo y por dónde iba a aparecer: "Soy consciente de que a la hora de emisión de mi programa sólo puede ser visto por un puñado de politoxicómanos insomnes", dijo Gasset en una ocasión.
Su personal estilo tiene numerosos fans (basta consultar YouTube o las páginas a él dedicadas en Internet), fascinados con su sarcasmo y la manera de enfocarlo todo. A qué presentador se le ocurriría hablar de "estrenos y otras depresiones", o "pedir perdón porque vamos a hablar de cine español", o prometer una "pausa publicitaria, que será tan corta como el sueldo del presentador", o dar consejos para entretenerse durante los anuncios: "Llamar a la mujer de un amigo para pedirle sexo", o "aprovechar el tiempo en perderlo, una de las mejores maneras de aprovecharlo, muy indicada contra el estrés y la ansiedad laboral"... Sus jefes le llamaron al orden.
Los comentarios de Gasset han hecho historia. Hasta se le han adjudicado ocurrencias que él nunca pronunció. Ya se sabe: crea fama y échate a dormir: "Salvo el sexo, la lectura y las artes marciales no se me ocurre ninguna otra razón para no ver Días de cine", decía. Y realmente era así. Gasset y su magnífico equipo han ofrecido puntual información cinematográfica junto a análisis sobre tendencias y autores, con ese puntito de humor añadido en las presentaciones que estimulaba a ver todo el programa. No hay precedentes en televisión, salvo el de aquel entrañable afónico, Alfonso Sánchez, y sus divertidas y agudas ironías. Sánchez fue un crítico ameno que supo no perder el tren, a pesar de las convulsiones que el cine vivía entonces. Murió en 1981 a los 70 años, eso sí, en plena actividad laboral. A nadie se le pasaba por la cabeza mandarlo a paseo para sanear las cuentas. Y quien dice Gasset, dice cientos... A todos, suerte. Y un fuerte aplauso.
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.