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La juez ve un delito contra el medio ambiente en la actividad de Inama

Dice, al cerrar la instrucción, que supera los límites legales de ruidos

Un juzgado de Gernika ha considerado que la actividad de la empresa Finsa Inama, investigada desde 2004 y ubicada en la reserva de la biosfera de Urdaibai, supone un "delito contra los recursos naturales y el medio ambiente" por superar el límite legal de ruidos, la existencia de focos de emisiones sin legalizar, vertidos de aguas residuales sin permisos y que la factoría funciona sin la licencia de actividad para la producción de aglomerado de madera a la que se dedica. La juez ha enviado el sumario a la Fiscalía para que formule escrito de acusación o lo archive y, si opta por el primer caso, que se tramite la apertura de un juicio oral.

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El auto señala como único imputado al director

El auto del Juzgado de Instrucción número 3 de Gernika, dictado el pasado 29 noviembre y al que ha tenido acceso EL PAÍS, cierra casi tres años de diligencias, un periodo en el que el Gobierno también ha multado a Finsa Inama por deteriorar el medio ambiente. La juez Susana Lestón señala que se superan los límites legales de ruidos, al alcanzar los 67,2 decibelios en el exterior de las viviendas cercanas a la fábrica (la Organización Mundial de la Salud sitúa en los 55 decibelios nocturnos el umbral a partir del que se imposibilita un descanso suficiente). La juez dice que, según los límites fijados por el Gobierno vasco, "existe impacto acústico".

El auto enumera las otras irregularidades: focos de emisiones "sin legalizar" -el Gobierno citó hasta 22 diferentes en la sanción que le impuso en abril pasado-, instalaciones como la planta de cogeneración energética que dispone o los secadores de madera con "mediciones que incumplen las condiciones de autorización", vertidos de aguas residuales a los colectores "sin la autorización o permiso" y la falta de licencia de actividad de Finsa Inama para su actividad productiva. "Asimismo se producen otras desviaciones leves y moderadas", agrega.

El auto judicial enumera las lesiones respiratorias, dérmicas, insomnio y las auditivas sufridas por los vecinos, que cifra en 22. Aunque existen algunos datos de que pudieran producirse por la actividad de Inama, señala que no queda establecida una relación de causalidad. "Resulta imposible excluir del origen de las lesiones denunciadas otra posible causa de las mismas".

El juzgado concluye que estos hechos son "presuntamente constitutivos de un delito contra los recursos naturales y el medio ambiente".

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Una vista de un escape en la fábrica de Inama.
Una vista de un escape en la fábrica de Inama.

Quince años de quejas

- Las primeras denuncias vecinales sobre Finsa Inama se remontan a 1992, cuando lo que era una especie de serrería ya se había ampliado en una planta de producción maderera.

- En 2004 se crea la asociación vecinal SOS Muxika para denunciar su actividad. Entonces ya existían dos informes que concluyeron que superaba los límites legales de ruido por la noche.

- En 2005 dos juzgados iniciaron, tras las denuncias de SOS Muxika, la investigación de la actividad de la empresa. Un informe de la Ertzaintza señala que supera en un 50% los límites de ruidos.

- El Ararteko censura, en un informe de junio de 2006, la tolerancia institucional con Inama a la que califica de "clandestina".

- El Gobierno impone en abril dos multas leves de 12.000 euros por deteriorar el medio ambiente e ilegalidades en sus focos de emisión.

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