El fundador de El Arca de Zoé alega ser víctima de intermediarios en Chad
Los 10 procesados se enfrentan a condenas de 20 años de trabajos forzados
Eric Breteau, el ex bombero fundador de la extravagante organización humanitaria El Arca de Zoé, que ayer comenzó a ser juzgado en Yamena (Chad) junto con cinco compatriotas, tres chadianos y un sudanés, alegó ante el tribunal "no haber cometido ningún crimen", que su actuación era "necesaria y legítima" y que en Darfur, en el vecino Sudán, tal y como lo ha declarado la ONU, "se está cometiendo un genocidio".
Breteau y sus compañeros pueden ser condenados a penas de hasta 20 años de trabajos forzados, ya que están acusados de "tentativa de secuestro" de 103 niños y de "falsificación de documentos y utilización de los mismos".
"Las autoridades francesas fueron advertidas por escrito", dice Breteau
El Arca de Zoé pretendía llevar los niños para ser adoptados como refugiados en Francia. Según Breteau: "La presidencia francesa, el Ministerio de Exteriores y el del Interior habían sido advertidos, por escrito, de nuestro propósito". Breteau no respondió al magistrado que le preguntó: "¿Por qué no comunicó a las autoridades chadianas lo mismo que a las francesas?".
La estrategia de defensa de Breteau se concentra en una ofensiva contra dos de los intermediarios que le ayudaban en su operación supuestamente humanitaria: el intérprete sudanés Souleiman Ibrahim Adam y el coronel chadiano Mahamat Eritero, quien no se encuentra procesado. El fundador de El Arca de Zoé asegura que ambos le hicieron creer que todos los niños reunidos eran huérfanos procedentes del Darfur, cuando la práctica totalidad eran niños de Chad con familiares vivos.
La justicia chadiana no se ha interesado por la eventual responsabilidad de otras autoridades locales ni por el comportamiento de los responsables de aviación civil del país, que autorizó vuelos internos para el reagrupamiento de niños.
Sea cual sea la decisión de los magistrados chadianos, parece claro que, en nombre de un convenio de cooperación judicial franco-chadiano, las hipotéticas condenas a las que puedan hacerse acreedores los seis franceses -cuatro hombres y dos mujeres- serán cumplidas en Francia, tras un proceso de extradición de urgencia.
El presidente chadiano, Idriss Déby, puede retrasar dicha extradición por motivos de política interna. Su Gobierno organizó una manifestación anti-francesa el pasado 14 de noviembre y ha convertido el proceso contra los miembros de El Arca de Zoé una demostración de soberanía política.
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