Repsol cierra la venta del 25% de su filial YPF a la familia Eskenazi

El culebrón para la venta del 45% de YPF, la filial argentina del grupo Repsol y su principal activo, se cerró ayer en Madrid después de un año de negociaciones. No ha habido sorpresa y será la familia argentina Eskenazi, a través del grupo Petersen, la que entre en la sociedad. Eskenazi adquirirá el 25% y otro 20% se colocará en la Bolsa argentina.

La petrolera gestionará su filial con la familia argentina

Eskenazi paga 1.563 millones por el 14,9% y acuerda comprar otro 10,1%

La entrada de Petersen se hará en dos tramos. En el primero, Repsol se desprenderá del 14,9%. Éste es el límite que fija la ley de valores argentina para no obligar a lanzar una OPA. El grupo Ezkenazi, que pagará 1.563 millones de euros (2.235 millones de dólares) por ese porcentaje, se compromete a adquirir el 10,1% restante en un plazo máximo de cuatro años y al mismo precio que se ha valorado. El valor tasado para YPF es de unos 10.500 millones de euros (15.000 millones de dólares). Adicionalmente, Repsol colocará en Bolsa el 20% del capital de su filial argentina en el primer semestre de 2008.

La compañía española mantendrá la mayoría con el 55% del capital. Los Eskenazi pagarán el 55% del primer tramo con financiación propia y de un grupo de bancos entre los que figuran Crédit Suisse, Goldman Sasch, BNP-Paribas e Itaú. Para el restante 45%, recibirá un préstamo de la propia Repsol que tiene como garantía las acciones de YPF.

El grupo español caía en Bolsa el 0,89% cuando fue suspendido de cotización por la CNMV a media mañana de ayer. El valor total de Repsol es de 29.200 millones de euros.

La alianza de Repsol con la familia Eskenazi, en lo que se trata de la operación empresarial privada más importante realizada en Argentina durante los últimos años, responde a un intento del grupo petrolero de contar con un socio local en la empresa sin perder su presencia en el país, teniendo en cuenta que YPF supone el 40% de sus activos y posee los principales yacimientos. La elección de Eskenazi frente a un ramillete de pretendientes, muchos de ellos de origen asiático, responde precisamente a ello. "La alianza con este grupo solvente, con conocimiento del país, y la colocación en el mercado permite que se nos deje de mirar con recelo", resume una fuente de Repsol.

Este esfuerzo de ganar imagen y rentabilidad lo demuestra el hecho de que compartirán la gestión. Las dos partes han acordado que el presidente de la nueva YPF sea Antonio Brufau, presidente de Repsol, que ayer comunicó el acuerdo al presidente Rodríguez Zapatero y al líder del PP, Mariano Rajoy. El vicepresidente ejecutivo será Sebastián Eskenazi, mientras que su padre y patriarca del grupo, Enrique, ocupará la vicepresidencia de honor. La dirección general la ocupará el español Antonio Gomis, un veterano de la casa que fue director general de Industria durante la etapa del PP en el Gobierno.

Para Repsol, se trata de una operación clave para iniciar el Plan Estratégico 2008-2012, y en la que quiere mantener su presencia en Argentina, al permanecer como accionista de control de YPF. Repsol, además de lograr la argentinización del grupo y que dejen de atizarla con adjetivos y actitudes poco amigables en aquel país, logra unos ingresos interesantes.

Por parte de Petersen, la operación aumenta significativamente la diversificación del grupo. Les permite disponer de una plataforma internacional en países de la región para emprender nuevos negocios, según la nota difundida ayer. Supone, además, un gran salto cualitativo empresarial (nuevos e importantes ingresos derivados de su nueva participación accionarial).

La operación de adquisición parcial de YPF se produce en un momento de crecimiento económico en Argentina, lo que favorece la apuesta por YPF y el proyecto de crecimiento sostenido del Grupo Petersen, así como su participación en un proceso de creación de valor. El Grupo Petersen se constituyó en 1920 y participa en construcción, servicios urbanos, financiero y agroindustria.