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El tripartito 'vuelve' en Navidad para aprobar los presupuestos de Barcelona

El Ayuntamiento promueve la gratuidad del transporte para los menores de 12 años

Blanca Cia

Vuelve el tripartito en Navidad al Ayuntamiento de Barcelona para aprobar los presupuestos municipales de 2008. La ocurrencia fue de Alberto Fernández Díaz, presidente del grupo municipal del Partido Popular, quien sacó punta al apoyo de Esquerra Republicana (ERC) al equipo de gobierno para sacar adelante las cuentas en el último pleno del año.

En realidad, Esquerra no sólo se alineó con el equipo de gobierno para las cuentas, ya que dejó claro que no piensa bloquear los proyectos de ciudad. "Nosotros no estamos por bloquear la ciudad, no estamos de acuerdo con aquello de cuanto peor, mejor", manifestó Jordi Portabella (ERC) a Fernández Díaz, quien lanzó repetidas pullas al equipo de gobierno y a ERC por el pacto de los presupuestos, que alcanzan algo más de 2.300 millones de euros.

Tanto CiU como el PP votaron en contra de las cuentas, cuya aprobación da un respiro al alcalde, Jordi Hereu, al frente de un gobierno en minoría. Ayer, sin embargo, no se produjeron escenas como las de los dos últimos plenarios, en los que el bipartito se quedó con el paso cambiado ante una oposición que se unía para aprobarle proposiciones. En la última sesión del año, incluso se llegó a aprobar por unanimidad una propuesta de CiU -respaldada por ERC y el PP- a la que finalmente se sumó el equipo de gobierno.

Se trataba de una iniciativa que persigue promover la gratuidad del transporte público para los menores de 12 años. Los cinco grupos municipales se pusieron de acuerdo en reclamar a la Generalitat que realice los estudios de viabilidad de esa medida.

"Podemos estar a favor de introducir una tarificación social, como en su día lo fue la tarjeta rosa [el título de transporte de los jubilados], para los menores, pero antes hay que saber si algo así es viable", apuntó la edil Assumpta Escarp (PSC), presidenta de TMB. Para Xavier Trias, jefe de filas de CiU, la T-infant -nombre que propuso-, además de tener una finalidad social porque va dirigida a las familias, puede compartar beneficios a la propia compañía de transporte "ya que es una forma de promover el transporte público y el número de viajeros puede aumentar". Por cierto que en la sesión del pleno no se hizo mención alguna a la huelga de los conductores de autobuses.

CiU no obtuvo una respuesta clara al plantear al equipo de gobierno qué previsión hay de unir los dos ramales de tranvía, el del Llobregat y el del Besòs. De hecho, la respuesta del edil de Urbanismo, Ramón García Bragado, no pudo ser más lacónica: "Confío en que en este mandato". Como le recordó Eduard García Plans, edil de CiU, la conexión de los dos tranvías se arrastra del mandato anterior y es uno de los puntos del acuerdo de gobierno del PSC e ICV-EUiA. "Es una cuestión compleja y hay que estudiar las posibilidades antes de hacer una propuesta determinada", matizó García Bragado. Lo que se debe poner sobre la mesa es si el enlace de los dos ramales debe realizarse por la Diagonal -entre la plaza de Francesc Macià y Glòries- por superficie o soterrado, o si se opta por otro trazado para evitar el tronco central de la avenida.

También hubo un amplio acuerdo -del que se autoexcluyó el Partido Popular- en otras dos iniciativas del pleno: una propuesta de ERC de priorizar la lengua catalana en las comunicaciones del consistorio y una declaración institucional en contra del cierre del centro emisor de la Carrasqueta, que permitía la recepción de las emisoras de Televisió de Catalunya en las comarcas del sur de la Comunidad Valenciana.

El AVE y las elecciones

La sombra del AVE y la antesala de las elecciones generales se colaron ayer en el debate del pleno municipal por medio de una proposición planteada por el Partido Popular. Pretendía el PP que el pleno manifestara al presidente del Gobiermo su "insatisfacción" por la gestión llevada a cabo durante la legislatura por "ir en contra de los intereses de Barcelona". Es decir, algo parecido a una reprobación total. Ciu se alineó con esa postura. "No es ninguna novedad el maltrato del Gobierno central hacia Barcelona", dijo el edil convergente Antoni Vives. Con el AVE en primer plano, el PP achacó al alcalde, Jordi Hereu, estar preso de los compañeros de partido y no defender los derechos de la ciudad. ERC no secundó la proposición. Una cosa es estar a favor de reprobar a la ministra de Fomento y otra distinta decir que todo está mal, vinieron a decir los republicanos. El PSC, en cambio, desgranó una ristra de triunfos gracias al Gobierno de Zapatero.

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Sobre la firma

Blanca Cia
Redactora de la edición de EL PAÍS de Cataluña, en la que ha desarrollado la mayor parte de su carrera profesional en diferentes secciones, entre ellas información judicial, local, cultural y política. Licenciada en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona.

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