Valencia alquila a la Iglesia su albergue para inmigrantes
La ciudad seguirá hasta marzo sin centro de acogida
Los inmigrantes tendrán finalmente un albergue en Valencia. El Ayuntamiento presentó ayer su solución a la falta de locales públicos: un centro gratuito con capacidad para 70 plazas situado en la avenida del Puerto, en un edificio propiedad de la Iglesia que será gestionado por funcionarios.
La inexistencia de alojamientos se hizo visible en el viejo cauce del Turia. Bajo el puente que une la avenida de Fernando el Católico y Nuevo Centro creció un asentamiento donde llegaron a vivir durante meses más de cien personas, la mayoría de ellas trabajadores de temporada.
El Ayuntamiento prometió crearlo tras el desalojo del cauce del Turia
Tendrá capacidad para 70 personas, será gratuito y de gestión pública
El Consistorio acabó con el asentamiento en julio. En octubre, Emilia Caballero, Síndic de Greuges, quien había reprobado el modo en que se llevó a cabo el desalojo, obtuvo el compromiso de que se habilitaría un centro estable de acogida antes de final de año.
La concejal de Bienestar Social, Marta Torrado, y el director general de Inmigración, Guillermo Vansteenberghe, comunicaron ayer su ubicación y características en una reunión con Caballero y los cuatro colectivos de ayuda a los extranjeros que han venido negociando una solución al problema.
Torrado ha cumplido su promesa parcialmente. El anuncio se ha realizado en el plazo previsto. Los inmigrantes no podrán utilizar las instalaciones, sin embargo, hasta después de Fallas. La razón: la Iglesia tiene un albergue juvenil en el inmueble y ha reservado las habitaciones hasta finales de marzo.
El Foro Alternativo, la Mesa de Entidades de Solidaridad, la Red de Acogida y la asociación Baobab, se mostraron satisfechos con la decisión. El centro recoge varios de los requisitos que consideraban necesarios: será público, al menos en su gestión; gratuito; tendrá un horario flexible, es decir, no se mandará a la calle a sus habitantes a primera hora de la mañana, una norma que impera en otros puntos de acogida de la ciudad y que se adapta mal a las épocas en las que los temporeros no tienen trabajo, y funcionará como un "centro de día", en el que se impartirán clases de castellano y se prestará asesoría jurídica y laboral, según aseguró la concejala.
La dirección del albergue dependerá del Centro de Apoyo a la Inmigración, una unidad creada hace poco por el Ayuntamiento que ofrece por primera vez información, asesoría y servicios de traducción dirigidos de forma específica a los extranjeros. Bienestar Social firmará un contrato de alquiler, cuya duración no fue precisada, con la Iglesia.
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