Las universidades públicas aceptan integrarse en la VIU

Las universidades completarán la semana que viene un giro de 180 grados. El 20 de diciembre, en Castellón, darán el sí a la VIU, la Valencian International University, la iniciativa del ex consejero Justo Nieto contra la que los rectores cerraron filas y cavaron trincheras. La situación es lo bastante distinta como para que las universidades no solo se muestren dispuestas a aceptar la VIU sino también a integrarse en su estructura.

Los rectores dan dos explicaciones para su cambio de postura. La primera, que en esta ocasión el Consell ha accedido a pactar con ellas en qué consistirá la VIU. La segunda, que se ha desterrado la intención de fundar una nueva universidad, aunque sea de carácter no presencial, sustituyéndola por una plataforma, todavía por precisar, que sirva a los campus para vender cursos de formación, probablemente no oficiales, dirigidos al exterior a través de Internet.

"El Consell dirá que no se ha movido de su primera propuesta, pero las ideas que nos han presentado son totalmente diferentes", asegura uno de los rectores. "El año pasado no participamos para nada en la VIU, ni siquiera en la elaboración de la memoria. Nos convocaron un día y nos la presentaron como una 'puesta en conocimiento', es decir, como un proyecto ya cerrado. Y la idea era crear una universidad virtual, lo cual no tenía sentido porque dentro de 10 años todas nosotras seremos universidades virtuales y presenciales. No solo hubiésemos entrado en competencia sino que no hubiese sido leal, ya que se planteaba como una universidad privada financiada con dinero público".

Si la cosa saliera perfecta para el Consell, el jueves, en el Auditori de Castellón, los cinco rectores de las universidades públicas valencianas estamparían su firma para la creación del consorcio de la VIU. Y lo harían en presencia del presidente Camps. Todo estaría cargado de simbolismo. Hace algo más de un año, en la misma ciudad, el rector de la Jaume I pronunció un demoledor discurso, pactado con sus cuatro colegas, contra la universidad virtual. "En su concepción actual, será una fuente de problemas jurídicos y de gasto público innecesario que debilitará el sistema universitario en lugar de fortalecerlo", leyó Francisco Toledo para enojo del jefe del Consell. Castellón es, además, el lugar elegido para ubicar el rectorado de la VIU.

Los rectores consultados no creen, sin embargo, que haya margen para cerrar la negociación del consorcio antes del día 20. "No se trata de un alejamiento", señala uno de ellos, "sino que un acuerdo de ese tipo no se puede firmar de un día para otro". Lo que daría al acto un carácter más simbólico, con toda la importancia que eso implica, que práctico.

El documento entregado a los rectorados por la Generalitat describe sucintamente las características de la VIU. Una plataforma virtual ofrecería contenidos formativos diseñados por los profesores de las universidades públicas y adaptados al contexto web por personal de la VIU o por terceras compañías. La oferta de la Consejería de Educación reparte los ingresos que se obtengan de las matrículas en tres partes. Una, para la universidad que cree los contenidos. Otra, para quien adapte los materiales. Y la última para el sostenimiento de la VIU.

La propuesta invita también a las universidades a designar a un miembro de la comisión académica de la VIU, que será, probablemente el vicerrector que en cada campus se está ocupando ya de la negociación del consorcio.

Todo suena muy pacífico. Pero los rectores todavía mantienen sus reservas. "De momento todo eso de una plataforma es muy genérico, y habrá que ver si de todo eso sale algo serio o no", afirma uno. Y otro de sus colegas: "La idea es buena, y nosotros, por supuesto, confiamos en lo que nos han dicho. Pero si la cosa cambia volveremos adonde estábamos".