El gasto en personal supone hasta el 20% de la ayuda catalana al desarrollo
Guatemala recibirá 448.000 euros y el delegado de la Generalitat cobrará 44.000
El Gobierno catalán está decidido a incrementar la presencia de funcionarios en el exterior por caro que resulte. La Agencia Catalana de Cooperación, dependiente del consejero de la Vicepresidencia, Josep Lluís Carod Rovira, está reclutando personal para cubrir 11 plazas de delegado de cooperación en otros tantos países "prioritarios" para Cataluña como son Guatemala, Colombia y Bolivia. Este personal fiscalizará la ayuda oficial catalana en estos países. El coste es elevado, sobre todo teniendo en cuenta lo que se invierte en algunos de ellos.
Cada delegado cobrará 44.000 euros anuales. A ello hay que sumarle los gastos derivados de Seguridad Social, viajes, infraestructuras, seguros y dietas. Según diversas fuentes, estos conceptos duplican el coste del salario y pueden suponer el equivalente al 20% del total de ayuda destinada a países como Bolivia y Guatemala. Las ONG recomiendan no gastar nunca más del 10% en personal. El porcentaje varía según el país. Por ejemplo, es mayor en países como Guatemala y Bolivia. Este año, la Generalitat ejecutará en el primero 448.000 euros en proyectos; en el segundo, 473.000 euros, según consta en una respuesta del 30 de octubre del Gobierno al grupo parlamentario de CiU.
"Al salario del delegado hay que sumarle la parte proporcional de los gastos de la Agencia Catalana de Cooperación, viajes, dietas, seguros y Seguridad Social", explica Ignasi Carreras, ex director de la ONG Intermon-Oxfam. En total, cerca de 100.000 euros. Según estos datos, la Generalitat gastará en personal destinado a Bolivia y Guatemala el equivalente al 20% de la ayuda total que aporta para estos países.
"El coste medio de una persona desplazada en este tipo de países supone un gasto total aproximado de 110.000 euros al año", añade Andreu Gusi, responsable financiero de Médicos Sin Fronteras en España.
Antes de desplazar a nadie, la Generalitat ya se ha gastado 144.000 euros en un informe de viabilidad del proyecto. Para redactarlo, Carod ha tenido que contratar a seis personas durante seis meses.
El director general de Cooperación de la Generalitat, David Minoves, defiende su actuación. "Hay un convencimiento generalizado de que debe profesionalizarse la cooperación". Mantiene que no se gasta tanto en personal: "Una vez cerremos el año, la inversión en estos países será superior a la que consta en la respuesta parlamentaria; en Bolivia invertimos el año pasado 1,6 millones y en Guatemala, 2,3". "No gastaremos más del 10% del presupuesto en personal", dice.
Con todo, Ignasi Carreras, mantiene que el despliegue de personal no es garantía de buena gestión: "Más que recibir personal extranjero, los países en desarrollo valoran que se contrate a personas autóctonas y que se les pague buenos salarios pero acorde con la realidad del país".
A Bolivia con el nivel C
Cualquier interesado en ser delegado de cooperación de Cataluña lo puede solicitar en la web de la Generalitat. Tendrá que acreditar tres años de experiencia en cooperación. Para trabajar en Bolivia o Guatemala deberá acreditar también un conocimiento superior de catalán (nivel C) y un nivel alto de inglés. El español, lengua vehicular de la mayor parte de bolivianos, no se exige. Lo mismo ocurre en Guatemala. Para ir a Marruecos, en cambio, sí deberá hablar francés, además de tener el nivel C.
Según el director general de Cooperación, David Minoves, si no se pide el castellano para trabajar en Bolivia es porque "su conocimiento se da por supuesto". Pero detalles como éstos hacen sospechar a CiU. ¿El envío de delegados responde sólo a una estrategia de cooperación al desarrollo o pretende ser una herramienta de proyección política de Cataluña?
"Sospecho que el gran incremento presupuestario de la Agencia de Cooperación no siempre redunda en una mejora de la calidad de la ayuda", dice Anna Figueras, diputada de CiU.
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