Los castores vuelven a criar en España tres siglos después
La colonia será erradicada con el argumento de que fue introducida ilegalmente
Hay castores en España. Tres siglos después de que se diera por extinguido, este roedor, voraz, cometroncos y protegido, ha vuelto. Al menos en la cuenca del Ebro, en el río Aragón y en el Cidacos, hay pruebas de la existencia de una colonia que fue reintroducida sin permiso aparentemente por activistas centroeuropeos. Para evitar precedentes, Navarra y La Rioja, con permiso del Gobierno y de la Comisión Europea, ultiman un plan para erradicar todos los ejemplares. La decisión es polémica porque aunque se considera una reintroducción ilegal, en el pasado el castor sí ocupó esos ríos. Además, está protegido por la UE. La asociación pro castor belga Pays des Castors ha denunciado el caso al Defensor del Pueblo español.
La especie ocupa ya 60 kilómetros de ríos entre Navarra y La Rioja
En marzo de 2005, mientras estudiaba el visón europeo, el biólogo Juan Carlos Ceña detectó troncos aserrados en los márgenes del río Aragón, cerca de la confluencia con el Ebro. En los municipios de Milagro (Navarra) y Alfaro (La Rioja) hallaron "tala de árboles, restos de forraje, pisadas, madrigueras, toboganes, excrementos y marcas de castoreum [su secreción olorosa]", según el estudio que publicó en la revista de la Sociedad Española para la Conservación y Estudio de los Mamíferos (Secem). Los troncos estaban cortados, afilados como un lápiz, como en un dibujo animado.
No había duda: el castor europeo (Castor fiber) estaba de regreso. Borja Heredia, del Ministerio de Medio Ambiente, confirma la importancia del dato: "El castor se dio por desaparecido en el siglo XVII, con la aparición de las armas de fuego, ya que era perseguido por la carne y la grasa". Hay registros por toda la Península desde los romanos hasta las notas del naturalista suizo Konrad von Gesner de 1583.
La vuelta del castor sería una buena noticia para las administraciones si hubieran vuelto de forma natural. Tras estar al borde de la extinción, los castores han colonizado gran parte de Europa. "Si hubieran cruzado los Pirineos, no tendríamos nada que decir más que alegrarnos", explica Miguel Urbiola, director de Medio Natural de La Rioja. Pero no fue así, sino que en marzo de 2003 un grupo ecologista centroeuropeo liberó 18 ejemplares criados en cautividad en Baviera (Alemania) en el cauce del Aragón, según Ceña. Son castores sin papeles. Las fuentes consultadas señalan que hubo otra suelta en Galicia, pero que allí la población no prosperó. "Fue una salvajada", sentencia Urbiola.
Los castores se adaptaron, se reprodujeron, royeron choperas y frutales y han causado daños en Calahorra y Logroño. Ya han colonizado 60 kilómetros de río.
En junio pasado, Navarra y La Rioja llevaron el caso al Comité de Flora y Fauna, que reúne a técnicos de las comunidades con el ministerio. "Hubo acuerdo en que había que erradicarlos", señala Heredia. Pero había un problema. El castor europeo está protegido por la UE. El ministerio consultó a la Comisión Europea qué podía hacer: por un lado, no es especie invasora, ya que en la cuenca del Ebro hubo castores hasta al menos el XVII. Por otro, el castor no llegó de forma natural, sino sin permiso.
La Comisión dio el visto bueno a la erradicación: "Se puede concluir que España no debe proponer un Lugar de Interés Comunitario por la presencia del castor" y que "se excluye a la población de la aplicación de la directiva de Hábitats", replicó. Y advertía de que si la población se afianzaba, en unos años pasaría a considerarse autóctona y, por tanto, protegida a todos los efectos.
La decisión se ha tomado siguiendo todos los cauces legales pero sin darle publicidad. "No podemos tolerar este precedente. Si no erradicamos esta colonia cualquier ecologista podrá soltar los animales que quiera. No podemos mirar para otro lado y el resto de comunidades está de acuerdo", sentencia Urbiola. En este caso, unos supuestos ecologistas han convertido en realidad un mito frecuente en el campo: la liberación de animales, sean lobos o topillos, para favorecer el ecosistema.
La asociación belga Les Pays des Castors niega ser responsable. "No sabemos quién fue, pero si algún español soltó castores merece una condecoración", dice Olivier Rubbers, del grupo. "Da igual si fueron liberados o si llegaron de forma natural. Es una especie protegida que hace siglos crió allí y el Gobierno debería alegrarse".
Ecologistas alertan de la presencia de otros invasores en el Ebro
La erradicación de los castores puede ser polémica. El caso ha creado un cruce de denuncias, ya que la asociación belga Pays des Castors ha llevado el caso ante el Defensor del Pueblo. La organización sostiene que el castor ayuda a conservar el visón europeo, una especie en extinción cuya principal población está en el río Aragón. La organización niega que hubiera una reintroducción en 2003 y asegura que ya se vieron animales en 1999.
"En el Ebro hay decenas de especies exóticas, pero el Gobierno decide erradicar los castores, que están protegidos", critica el grupo. La cuenca del Ebro tiene siluros y mejillón cebra entre otras muchas especies foráneas.
Erradicar los castores no será sencillo. Miguel Urbiola, director de Medio Natural de La Rioja, asegura que destinará 21.600 euros para un plan de trampeo: "Intentaremos atraparlos y devolverlos a Europa, pero no sabemos si funcionará".
La Rioja y Navarra buscarán expertos europeos que digan cómo se capturan los castores. Si no funciona el trampeo optarán por cazarlos. Las comunidades han denunciado la reintroducción de la especie, que consideran ilegal, ante los tribunales.
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