En katiuskas por Praileaitz
La Comisión de Cultura del Parlamento visita el enclave de la cueva prehistórica para recabar información ante el debate del próximo día 14
Seis parlamentarios de la Comisión de Educación y Cultura de la Cámara vasca cambiaron ayer los despachos y los documentos oficiales por las botas katiuskas y el casco. Se trataba de conocer en directo el enclave donde descansa la cueva prehistórica de Praileaitz, en Deba, cuyo nivel de protección se discutirá en el pleno de la Cámara el próximo día 14. "Lo mejor que podíamos hacer era venir, conocer el sitio y también otros puntos de vista. Nos llevamos más información de la que ya escuchamos" el pasado 21 de noviembre, comentó la presidenta de la comisión, Onintza Lasa (EA), tras visitar la cantera en medio de la cual se halla la gruta, así como el punto por el que se accede a ésta, pero no su interior.
Los parlamentarios recorrieron la cantera y el acceso a la caverna
"Lo mejor que podíamos hacer era conocer el sitio y los puntos de vista"
Aquel día, miembros de la sociedad de ciencias Aranzadi y de la asociación Praileaitzen Lagunak comparecieron ante la Comisión de Educación y Cultura, donde insistieron en la necesidad de ampliar la actual protección de la caverna y sus pinturas rupestres al entorno que las rodea, manteniendo la ladera en la que se encuentra el yacimiento. De lo contrario, sostienen que éste corre peligro. Por eso, reclamaron la suspensión de los trabajos de la cantera Sasiola, explotada por la empresa Zeleta, del grupo Amenabar.
Tras esta comparecencia y haciendo suya la propuesta redactada por Praileaitzen Lagunak, el PSE, Aralar y EHAK han presentado una proposición no de ley en la que instan al Gobierno vasco a modificar o ampliar el decreto en vigor desde el pasado mes de julio. La consejería de Cultura considera la cueva monumento con la categoría de Bien Cultural Calificado. Divide la zona en cinco áreas con distintos grados de seguridad y permite que continúe la actividad de la cantera con voladuras, siempre que se mantenga una distancia mínima de cien metros respecto a la sala de las pinturas.
Pues bien, con estos antecedentes y siguiendo la sugerencia de Aranzadi, Onintza Lasa, Luke Uribe-Etxebarria y Leire Corrales (PNV), Carmelo Barrio (PP) y Ane Auzmendi e Itziar Bastarrika (EHAK) se trasladaron ayer por la tarde a Deba. La socialista Isabel Celaá y Aintzane Ezenarro, de Aralar, no pudieron acudir a la cita por encontrarse de baja. Allí les esperaban el alcalde de la localidad, Jesús María Agirrezabala (EA), y la diputada de Cultura, María Jesús Aranburu (PNV).
La visita arrancó en el interior de la cantera guiada por algunos de sus responsables. La prensa no pudo acceder. Eso sí, el sindicato ELA, en representación de los trabajadores, entregó un comunicado a los parlamentarios y a los periodistas en el que considera de "gran importancia" el mantenimiento del patrimonio cultural, pero haciéndolo "compatible" con el mantenimiento de una actividad industrial que da trabajo a "más de 250 personas". El escrito añade que las medidas adoptadas son "plenamente suficientes" para conservar la cueva, por lo que exigen a los partidos "un planteamiento responsable".
El arqueólogo de Aranzadi Xabier Peñalver se encargó de guiar al grupo hasta la verja que protege la entrada a la gruta. La prensa tampoco pudo acercarse. Pero antes de adentrarse en el camino por el que se llega a la gruta, Peñalver señaló la ladera en la que se encuentra y para la que piden protección. Y es que si la explotación de la cantera llega hasta esta ladera, terminará por desaparecer, de manera que la cueva se quedaría ubicada como en una especie de pirulí.
Ahora habrá que esperar al debate del próximo día 14, en el que el PNV podría quedarse solo. "En caso de duda, hay que pasarse por proteger de más y no de menos", subrayó Lasa, cuyo partido, junto con EB, forma parte del tripartito.
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