La esposa de Bravo dice que nunca escondió la venta de su casa en Francia

Rosa Cobos, esposa de José María Bravo, el principal imputado en el presunto fraude de la Hacienda de Irún, asegura que entre los bienes embargados al matrimonio por la juez no se incluía su vivienda en Urrugne (Francia) y agrega que vendió el inmueble "antes de imaginarse" que iba a ser imputada y que nunca ocultó esa operación.

Cobos presentó ayer ante el juzgado que tramita la causa un un documento como paso previo a la declaración que deberá prestar allí el próximo día 10 para dar cuenta de la venta de esa vivienda, según fuentes jurídicas. La Diputación de Guipúzcoa indicó el pasado 13 de noviembre que la venta del inmueble se realizó el 25 de junio por 1,25 millones de euros, mientas que el juzgado instructor decretó el embargo de los bienes del matrimonio el 30 de mayo.

Según esta versión, la venta se produjo mientras Bravo se hallaba fuera de prisión, ya que el 12 de junio fue excarcelado tras pagar una fianza de 400.000 euros. Un mes más tarde, la juez ordenó su reingreso en la cárcel donostiarra de Martutene.

Cobos sostiene, en cambio, en el citado documento que el pasado 2 de febrero el matrimonio ya había aceptado formalmente una oferta de compra conforme a la legislación francesa, que era "vinculante", y desde el 23 de febrero existía un precontrato redactado y firmado en una notaría de San Juan de Luz.

Insiste en que no ha ocultado la venta de la casa porque "en ningún momento del procedimiento se ha dictado resolución alguna en la que se acordara su embargo" y porque "era de sobra conocido que la vivienda había sido vendida".