El Gobierno de Chávez reconoce que el escrutinio es muy reñido
El presidente venezolano asegura que respetará el resultado "sea cual sea"
Aunque los primeros sondeos a pie de urna sugerían ayer que el sí había ganado el referéndum sobre la reforma constitucional celebrada en Venezuela, a medida que avanzaba el recuento los datos se iban volviendo más confusos. Más de cinco horas después del cierre de las urnas - pasadas las dos de la madrugada en la España peninsular-, el vicepresidente del Gobierno, Jorge Rodríguez, reconoció que los resultados estaban "reñidos". A esa hora todavía no se conocían datos de participación ni de escrutinio.
En la campaña, la oposición expresó su temor a que hubiese un fraude
Chávez ha explotado hasta el último día la polémica con el rey de España
Lo mismo había hecho poco antes la oposición. Rodríguez pidió a los dirigentes de la oposición que tuviesen "paciencia" y que respetasen los resultados cuando fueran difundidos por el Centro Nacional Electoral (CNE). Las declaraciones del vicepresidente fueron recibidas con gritos de alborozo en varias calles del distrito de Chacao, un barrio caraqueño emblemático para los opositores.
La mayoría de las encuestas que se habían elaborado durante los días previos a la consulta indicaban que el resultado dependería de la capacidad de movilización del presidente Hugo Chávez durante esos últimos días. "Y así ha sido. Gracias a que Chávez se metió de lleno en la campaña, ha habido un alza del sí notable", indicaba ayer una fuente gubernamental. El presidente pasó durante toda la semana un promedio de más de seis horas diarias ante las cámaras de las televisiones estatales. Ayer mismo compareció con su nieto en brazos para decir que respetaría el resultado, fuese el que fuese. "Tan pronto como el Centro Nacional Electoral emita el resultado, vamos a aceptarlo sea cual sea", declaró.
Las furgonetas del Estado transitaron las calles de Caracas llamando a la población a votar y a dejar de ver la televisión, mientras la oposición hacía lo mismo en el canal opositor Globovisión.
"Si se confirma que el sí vence por una diferencia de apenas el 10% y con una abstención superior al 40% nos veremos ante una situación de consecuencias políticas muy graves", indicó un observador electoral, "ya que la reforma será aprobada con muy poco respaldo de la población".
Durante la campaña, parte de la oposición esgrimió que podría producirse un fraude electoral. Chávez declaró que tenía constancia de un plan supuestamente fraguado entre Estados Unidos y algunos aliados venezolanos para provocar el caos en Venezuela si los opositores de la reforma perdían el referéndum. Sin embargo, fuentes gubernamentales indicaron que no era probable que se registrase una rebelión en Venezuela que abocase en una especie de huelga general tal como se produjo en 2002 con los paros petroleros.
La campaña electoral estuvo marcada por acusaciones de uno y otro lado sobre la responsabilidad ante cualquier brote de violencia que se pudiera registrar a partir del cierre de las urnas. Hugo Chávez explotó hasta el día de la jornada de reflexión la polémica de la Cumbre Iberoamericana en la que el rey de España le dijo: "¿Por qué no te callas?" Si bien la oposición hizo suyas las palabras del rey Juan Carlos e incluso se cantaba la letra del pasable Que viva España, de Manolo Escobar, a medida que pasaban los días las palabras del Rey se fueron relegando en la oposición a pesar de que Chávez seguía insistiendo en que congelaría las relaciones diplomáticas con España si el rey no le pedía disculpas.
El dirigente opositor Teodoro Petkoff se mostró convencido de que Chávez utilizó la polémica no sólo para sacarle rédito electoral sino porque se calló cuando muchos venezolanos, incluidos opositores como el propio Petkoff, consideran que no debía haberse dejado callar. Conforme avanzaba la campaña, cada vez más se oía hablar entre los opositores de las palabras de Zapatero solicitando respeto a Chávez.
Una reforma polémica
- Poder presidencial. Hugo Chávez ha propuesto ampliar el mandato presidencial a siete años y que la reelección sea indefinida. El nuevo texto refuerza el poder del mandatario, que puede decretar el estado de excepción ilimitado, es decir, que suspende todos los derechos civiles. El presidente también puede reordenar el territorio a su antojo y se hace cargo de la política y las relaciones internacionales.
- Economía socialista.
El desarrollo económico sólo se regiría por los "principios socialistas". Las reservas internacionales y la política económica quedan en manos del presidente. El Estado se reserva el derecho de proceder a expropiaciones para garantizar la "seguridad alimentaria" y se prohíben los latifundios.
- Reforma social.
La jornada laboral se reduce a seis horas diarias y a no más de 36 horas semanales. Ningún empleador podrá exigir a sus empleados que hagan horas extra. Se institucionalizan las "misiones bolivarianas" financiadas con los ingresos petroleros. Dentro de la reforma social, se incluye la rebaja a 16 años de la edad mínima para votar.
- Poder popular.
La nueva Carta Magna crea los consejos comunales descentralizados para ejercer "el poder popular". De hecho, el poder público se distribuye territorialmente de la siguiente manera: "poder popular, poder municipal, poder estatal y poder nacional". Cambia el esquema de las Fuerzas Armadas: la milicia nacional bolivariana se integra formalmente en el Ejército. Se crea el concepto de guerra popular de resistencia contra el imperialismo.
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