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Reportaje:

'Cuéntame' con acento italiano

El cineasta Daniele Luchetti dirige una crónica sentimental del enfrentamiento entre fascistas y comunistas en los años sesenta en 'Mi hermano es hijo único'

Un hermano mira de reojo al otro y le advierte: "No te atrevas a ponerme la mano encima". Y el aludido le cose a collejas que también recibe, terminando en un repentino abrazo. Es la forma italiana de decir "te quiero", vista por el cineasta Daniele Luchetti en su película Mi hermano es hijo único, que se estrena hoy en España.

El filme, aplaudido en Cannes por la crítica, ganador de cinco premios Donatello y del Giraldillo de Plata en el último Festival de Cine Europeo de Sevilla, compone un nostálgico retrato de la Italia de los años sesenta, a través de dos hermanos enfrentado, uno fascista y otro comunista, con más cosas en común de las que imaginan. Así vuelven los pantalones de campana, el seiscientos, la banda sonora sesentera, asambleas de estudiantes y camisas negras, todo ello como un violento Cuéntame a la italiana, que causó furor en ese país con el primer puesto de taquilla y ocho millones de euros recaudados en un mes.

Las indicaciones que di fueron: "Pegaos como si quisiérais decir 'te quiero'"
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El facha comunista

Daniele Luchetti (Roma, 1960), curtido en el cine político de su maestro, el cineasta Nani Moretti, regresa a sus orígenes con los guionistas Sandro Petraglia y Stefano Rulli (que ya colaboraron con él en La voz de su amo y firmaron La mejor juventud) para adaptar al cine el libro autobiográfico de Antonio Pennacchi, Il fasciocomunista.

Y lo hace, según afirma, como ejercicio de "arqueología ideológica", pero sin implicarse políticamente. "Cuando pensé qué me interesaba contar en esta película, vi que el contexto político de aquella época se había desvanecido, así que no tenía sentido. Era un sentimiento de nostalgia destructiva para los que hicieron política en esos años. Por eso preferí centrarme en la historia de la familia a través de las relaciones de los personajes", explica. Así, los discursos políticos se difuminan, entre el boicot fascista a la lucha obrera y el idealismo comunista que desemboca en revolución frustrada. "Si hay algo que me quedó por hacer", admite, "es profundizar más en el tema del terrorismo. Quizás haga una segunda parte, centrada en la visión del hermano comunista".

El reparto de Mi hermano es hijo único también supuso un reto para el director, ya que buscaba combinar actores de diferentes técnicas y generaciones. "Los protagonistas, Elio Germano y Ricardo Scamarcio, son estrellas de la televisión italiana, la actriz que hace de madre está especializada en espectáculos cómicos, la amante madura es una intérprete muy comprometida socialmente, el fascista es el actor principal de la serie El comisario... y a todos ellos les pedí que actuaran como si no supieran. Quería frescura", cuenta Luchetti. Para conseguirlo, rodó simultáneamente con varias cámaras y dejaba cierta libertad de movimiento a los intérpretes.

Nada de trucos de actores ni limitaciones técnicas. "Últimamente he visto mucho cine del norte de Europa, donde están experimentando en lo auténtico, para dar un nuevo sentido a la realidad", comenta. "La potencia del cine italiano durante el neorrealismo era mirar la realidad con el ojo del cineasta. Ahora me interesan más otras técnicas narrativas alejadas de la idea de Fellini, de que 'el cine consiste en falsificar la realidad".

La cuidadosa creación de ambientes se vio reforzada por las aportaciones personales de Luchetti. Como no pudo trabajar con la colaboración del autor del libro, para dirigir buscó en sus recuerdos de infancia, en la casa de sus abuelos o en sus propios sentimientos como hermano pequeño. "Aquella era una época en la que las mujeres sólo tenían un papel como madres, en la que había fuertes corrientes de amor-odio que nunca se verbalizaban". Asegura que se emocionó la primera vez que escuchó a una madre decir "te quiero" a su hijo en una película americana, y que por este motivo le resultó fácil crear personajes que sólo podían expresar su amor a través de la violencia. "En las escenas de pelea entre hermanos, las indicaciones que les di fue: 'Pegaos como si quisierais decir 'te quiero', como si fuera una escena de amor".

Elio Germano y Ricardo Scamarcio, durante el rodaje de <i>Mi hermano es hijo único.</i>
Elio Germano y Ricardo Scamarcio, durante el rodaje de Mi hermano es hijo único.
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