Trabajadores afectados por el amianto reclaman un fondo de compensación

Los trabajadores y sus familiares afectados por las enfermedades relacionadas con el amianto van a reclamar a las instituciones la creación de un fondo de compensación ante el aumento de los casos diagnosticados y, sobre todo, de las indemnizaciones que dictan los jueces.

En algunos casos, las empresas en las que trabajaron los afectados siguen funcionando y se hacen cargo de los gastos y sanciones, pero hay familias de fallecidos y enfermos por esa causa cuyas empresas ya han desaparecido o es difícil probar en cuál de las que estuvieron empleados aspiraron el polvo letal que causó su enfermedad. El fondo de compensación actuaría en esos casos para cubrir económicamente a las familias que pierden a un miembro por esta causa.

El hecho es que las empresas están legalmente obligadas, al menos desde 1949 -fecha del decreto de enfermedades profesionales-, a proteger adecuadamente a sus empleados contra el polvo del amianto, con lo que las reclamaciones pueden retrotraerse hasta aquellas fechas.

El pasado 13 de noviembre, un juez de Valladolid condenó a Renfe a pagar 60.000 euros a la viuda y 6.500 a cada uno de los hijos de un empleado que murió de mesotelioma pleural, una vez jubilado, después de trabajar casi 40 años en un taller en el que montaban techos con aislante a base de amianto.

"En Euskadi son ya 20 los casos sentenciados que sepamos", dice Jesús Uzkudun, de CCOO. Especializado en enfermedades profesionales, Uzkudun cree que la demanda de un fondo de compensación resulta absolutamente cabal: "Estamos ante un problema que no ha hecho sino comenzar". Este sindicato está tramitando la documentación de otros 20 casos.

CCOO denunció ayer que Osakidetza trata algunas enfermedades laborales, como las del amianto, como comunes, al no comunicar al INSS las de los trabajadores que no están de baja, como jubilados o desempleados.