"Los rumanos no son tratados como europeos"
La dictadura de Ceausescu cayó hace 18 años y, desde entonces, ningún jefe de Estado de Rumania había viajado a España. Hasta ahora. Traian Basescu, de 56 años, político de centro-derecha, antiguo capitán de la marina mercante, ex alcalde de Bucarest y presidente del país balcánico desde 2004, inició ayer una visita oficial con un asunto clave en su agenda: la situación del medio millón de rumanos que vive en España.
"La mano de obra no registrada puede convertirse en una bomba de relojería"
"En el primer año en la UE, hemos captado muy pocos fondos"
Pese a que Rumania entró en la UE en enero pasado, el Gobierno español ha establecido que durante dos años los trabajadores de ese país cumplan prácticamente los mismos requisitos que los inmigrantes procedentes de países ajenos a la UE. "Esa moratoria es un error", afirma tajante ayer en una entrevista en Madrid el presidente Basescu, cuyo estilo directo y campechano le ha convertido en el político más popular de Rumania.
Pregunta. ¿Por qué cree que hay que eliminar la moratoria?
Respuesta. No podemos decirle al presidente José Luis Rodríguez Zapatero [con quien se reunió ayer] qué políticas debe hacer. Pero creo que la moratoria es un error porque fomenta el trabajo en el mercado negro y provoca que una parte de los rumanos no puedan encontrar empleo legal. Lo peor de todo es que los ciudadanos rumanos no se sienten tratados como europeos. Sin moratoria, los Gobiernos español y rumano podrían saber exactamente el número de rumanos que hay y hacer políticas conjuntas para evitar problemas. La mano de obra rumana que no figura en los registros corre el peligro de convertirse en una bomba de relojería.
P. Recientemente en Italia hubo problemas con los inmigrantes rumanos. ¿Existe el riesgo de que pase lo mismo en España?
R. Esos problemas estuvieron relacionados con los ciudadanos no registrados. No queremos que esa experiencia se repita en España. Hay que crear las condiciones necesarias para evitarlo y una de ellas es eliminar la moratoria. Pero no se solucionan los problemas con deportaciones, como se proponía hacer Italia, porque ¿quién puede evitar que vuelvan al día siguiente? La libre circulación es una garantía en la UE. Rumania no introducirá restricciones a la libre circulación de sus ciudadanos.
P. ¿Cree que los ciudadanos rumanos que viven en España no se sienten europeos?
R. Efectivamente. Pero esa sensación no la tienen sólo los rumanos que trabajan fuera, sino también los que se quedan en su país.
P. ¿Hay que mejorar la imagen de los rumanos en el exterior?
R. Sí, porque no es la que los rumanos merecen. El pueblo rumano es modesto, trabajador y honrado. Se lo pueden preguntar a cualquier empresario español. Nadie tiene derecho, sean autoridades o periodistas, a juzgar al pueblo rumano basándose en los delincuentes. En todos los países hay delincuentes.
P. Hace casi un año que Rumania pertenece a la UE. ¿Está satisfecho?
R. No podemos hacer un balance con el que quedemos contentos. En primer lugar, hemos captado muy pocos fondos de la Unión Europea y, en segundo lugar, tenemos que reconocer que todavía tenemos problemas para cumplir los requisitos que asumimos en agricultura. Pero esto no es nuevo. Les sucedió también a los países que se integraron antes que nosotros. Estoy convencido de que los próximos años vamos a saber sacar mucho más provecho de los recursos financieros, sociales y culturales de la integración.
P. ¿Qué es más importante: pertenecer a la OTAN o a la UE?
R.
Rumania es un país 100% europeo, pero Europa es amplia y tiene fronteras en los cuatro puntos cardinales. Las fronteras de Rumania se encuentran en el Este y la visión sobre la seguridad parece ser diferente para los países que tienen fronteras en el atlántico que para los que la tienen hacia el mar Negro. Por ese motivo, Rumania, más allá de ser un miembro de la OTAN, ha sentido la necesidad de hacer una alianza con EE UU en política exterior. En 2005 aceptamos que hubiera bases militares estadounidenses en territorio rumano. Esa colaboración supone un elemento de seguridad en la frontera Este de la Unión para todos los Estados miembros y para todos los pueblos. Por tanto, no nos pregunten si somos buenos europeos, porque somos un país europeo, pero sin seguridad no hay prosperidad. Es simple.
P. Los planes de EE UU de instalar parte de su escudo de defensa antimisiles en Europa ha chocado con la oposición de Rusia, que ha amenazado con abandonar el Tratado de Fuerzas Convencionales. ¿Cree que hay una nueva brecha en Europa?
R. Necesitamos ese tratado y Rumania apoya su ratificación, porque representa una garantía de seguridad para todos los países. Ya se trate de Rusia, de los pueblos de la Unión Europea o de los estadounidenses. Todos salimos ganando. Pero hay que ratificarlo sobre la base de los compromisos que asumimos, y esto incluye acatar las regulaciones de Estambul, que se refieren a la retirada de las tropas rusas de Georgia y Moldavia. Nuestra política es tener una buena relación con Rusia, que es un socio que no puede ser ignorado.
P. ¿Por qué hace ahora su primera visita de Estado? ¿Por qué ha tardado tanto tiempo en visitar España?
R. En 2003, el Rey de España visitó Rumania y ahora tiene lugar la visita de Estado del presidente rumano a España. El periodo entre esas visitas es razonable. Lo que hay que preguntarse es por qué pasaron 14 años desde la revolución rumana hasta que el rey de España visitó Rumania. La respuesta es fácil: el rey Juan Carlos quiso estar convencido de que venía a un país democrático.
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