"El hambre apremiaba más que la escuela"

Marcelino Palacios y José Jódar, ambos de 76 años, apenas pudieron ir al colegio. Cuando debían hacerlo corrían tiempos difíciles en su pueblo, Begíjar (Jaén). Primero la Guerra Civil y más tarde un largo periodo de penurias en la posguerra hizo que sus familias los necesitaran para trabajar en el campo y poder subsistir. "Iba un día, pero luego me tiraba un mes sin ir, lo primero era poder subsistir, y no era fácil", recuerda José que, con el tiempo, pudo aprender "las cuatro reglas básicas" para poder defenderse. Lo mismo le ocurrió a Marcelino, aunque su familia tuviera que pagar un duro al mes a un maestro particular para que le enseñara al menos a escribir.

Rodeada de un inmenso mar de olivos y en plena comarca jiennense de La Loma, Begíjar (3.100 habitantes) tiene el triste honor de ser el municipio andaluz, y el tercero de España, con mayor tasa de analfabetismo (un 16,72%), según el informe Actividad y Territorio. Un siglo de cambios, elaborado por la Fundación BBVA con datos de 2001 y limitados a municipios mayores de 2.000 habitantes. Nueve de los 15 pueblos con la tasa más alta de analfabetos son andaluces, pero nada tiene que ver esa situación con la que había en esta comunidad hace 40 años. De hecho, aunque las provincias andaluzas siguen a la cabeza del número de personas que no saben leer ni escribir, también son las que más han reducido la tasa en las últimas cuatro décadas, por encima de un 20%. Es decir, que de un censo de analfabetos cercano al 30% en 1960, se ha pasado a porcentajes ligeramente superiores a la media española, situada en el 2,5%.

Nueve de los 15 pueblos españoles con más analfabetos son andaluces

Mucha culpa de ello han tenido en este avance social los centros de educación de adultos. Centros como el de Begíjar a los que acuden, por ejemplo, Manuela y su marido, Antonio, de 76 y 77 años, respectivamente, para aprender lo que no pudieron hacer de jóvenes "porque el hambre apremiaba más que las ganas de ir al colegio", explica Antonio. O como las inquietas Irena, de 81 años, o Isabel, de 77, que forman parte del grupo de 25 personas y que aspira, "con la misma ilusión de unas chavalas", al nivel básico de alfabetización.

La profesora Juana Villarreal lamenta que mucha gente analfabeta del municipio no quiera asistir al centro por vergüenza, aunque para ello no tengan más remedio que seguir firmando con el dedo o acudiendo a algún vecino para que les lean las cartas de algún familiar.

El alcalde de Begíjar, el socialista Ildefonso del Jesús, pone en entredicho los datos de la fundación BBVA. "Es un porcentaje demasiado elevado, es imposible que haya tantos analfabetos", asegura. Reconoce, no obstante, que este pueblo, a escasos kilómetros de las ciudades monumentales de Úbeda y Baeza, sufrió a mitad de siglo una elevada emigración por la falta de expectativas laborales en las zonas rurales del interior de Andalucía. Ahora, curiosamente, su saldo migratorio es positivo debido a la llegada de inmigrantes. Con todo, el denominador común de los pueblos con mayor tasa de analfabetismo es su elevada población mayor de 65 años (por encima del 22% en la provincia de Jaén) y su bajo nivel de renta. La de Begíjar fue en 2005 de 9.459 euros, frente a los 12.560 de la media provincial o los 14.800 de Andalucía, según el Instituto de Estadística de Andalucía. Algo parecido ocurre en el resto de pueblos jiennenses con una tasa de analfabetismo por encima del 10%: Jódar (14,65), Jamilena (11.83), Santiago-Pontones (11.73) y Guarromán (11,17).

La provincia de Jaén tiene la mayor tasa de analfabetismo de toda España tanto entre los hombres como en las mujeres ya que más de ocho de cada cien mujeres jienenses no saben leer ni escribir, lo que multiplica casi por cuatro la media de España. La delegada de Educación, Angustias Rodríguez, también desconfía de esos datos. "No reflejan en absoluto la realidad actual, marcada por un fuerte despegue en los últimos años", subraya, tras indicar que en la provincia hay 5.500 personas matriculadas en los cursos de alfabetización y otros 2.000 de personas más jóvenes que se preparan para obtener el título de graduado en Secundaria. En todo caso, la delegada añade que los casos de analfabetismo que aún existen están vinculados a personas víctimas de "un sistema educativo de posguerra".

En el informe de la Fundación BBVA se pone de relieve que las provincias de la mitad sur peninsular son las que tienen un mayor peso de analfabetos. Así, las ocho provincias andaluzas se sitúan entre las 14 españolas con peores tasas en este sentido. En el polo puesto, Soria, Cantabria y Palencia son las que tienen menos porcentaje de analfabetos.

En cuanto a la reducción del analfabetismo, Jaén también es la provincia que experimentó una mayor bajada entre 1960 y 2001. En la misma línea se encuentran doce municipios andaluces, entre ellos, La Puebla del Río (Sevilla), Iznájar (Córdoba) o Dalías (Almería).