El Gobierno ve "motivos políticos" en la salida de ELA y LAB de Hobetuz
Rechaza la acusación de haber renunciado a sus posiciones ante "Madrid"
El anuncio oficial de ELA y LAB de abandonar Hobetuz, la Fundación Vasca para la Formación Continua, y su acusación al Gobierno de abandonar las reclamaciones soberanistas en los que se refiere al marco vasco de relaciones laborales, no ha sentado nada bien en el Ejecutivo. El viceconsejero de Formación Profesional, Iñaki Mujika, aseguró ayer que la decisión de los dos sindicatos nacionalistas responde a una motivación política: forzar al Gobierno a desarrollar de forma unilateral las competencias que aún no han sido transferidas. Mujika aseguró que la medida de hacer la convocatoria de cursos de formación sin el respaldo de la mayoría sindical en el patronato de Hobetuz ha sido muy meditada y responde a la necesidad propiciar el reciclaje profesional a muchos trabajadores, y no implica la renuncia a las "más de 40" competencias pendientes de ser transferidas.
UGT considera que lo sucedido "no tiene nada que ver con lo laboral"
En el Gobierno no ha sentado bien la acusación que le lanzaron los secretarios generales de ELA, José Elorrieta, y LAB, Rafael Díez Usabiaga, de hacer soberanismo de "boquilla". El lehendakari Ibarretxe, en declaraciones a Radio Euskadi, manifestó ayer su respeto por ambos sindicatos y su voluntad de trabajar con ellos. Sin embargo, se defendió de las acusaciones de haber convertido Hobetuz en una "mera sucursal" de Madrid, con el modelo formación "español". Como prueba de que el Gobierno no ha cedido en sus reivindicaciones, resaltó que el miércoles el ministro de Trabajo, Jesús Caldera, reiteró su disposición a transferir las políticas activas de empleo, como se ha hecho a otras comunidades, pero no en las condiciones que plantea el Ejecutivo tripartito, por entener que supone romper la caja única de la Seguridad Social. "Nosotros no vamos a cambiar nuestro punto de vista respecto al autogobierno y vamos a impulsarlo", insistió, al tiempo que expresaba su disposición a "trabajar con ELA y LAB". El consejero de Justicia, Empleo y Seguridad Social, Joseba Azkarraga (EA), muy criticado por ambos sindicatos, reiteró que sólo aceptarán las políticas activas tal y como el Gobierno entiende que las recoge el Estatuto.
A pesar del portazo, Iñaki Mujika se mostró confiado en la futura vuelta a Hobetuz de las dos centrales mayoritarias, que suman más del 50% de la representación. La Fundación gestiona actualmente unos 30 millones de euros, 20,2 de los cuales fueron trasferidos la semana pasada por la Administración central. El Gobierno ha sacado una convocatoria de cursos de formación de forma unilateral, ante la falta de acuerdo en el patronato de Hobetuz.
Dámaso Casado, secretario general de UGT-Euskadi, también consideró la marcha de ELA y LAB "estrictamente política" y afirmó que "no tiene nada que ver con lo laboral ni con la formación de los trabajadores".
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