Independencia a todo tren

El traqueteo del tren de la ficticia compañía The Darjeeling Limited, ideal para viajes espirituales y trayectos circulares alrededor del vacío existencial, marcó el arranque de la 45ª edición del Festival Internacional de Cine de Gijón, que se inauguró ayer y prolongará su ecléctica programación hasta el 1 de diciembre. Viaje a Darjeeling, de Wes Anderson, es una de esas películas de inauguración que devienen en declara-ción de intenciones: su director -Academia Rushmore (1998) y Los Tenenbaums (2001)- es una de las voces más heterodoxas de ese cine independiente -no tan sólo americano- que el certamen asturiano ha convertido en bandera de su identidad y, en cierto sentido, la peregrinación de su trío de protagonistas (Owen Wilson, Adrien Brody, Jason Schwartzman) bien podría tener un reflejo al otro lado de la pantalla. Gijón (como la India imaginaria recorrida por Anderson) también se convierte, por unos días, en destino casi místico para jóvenes cinéfilos en busca de una revelación, ya sea en forma de cinematografía emergente, nuevo autor iconoclasta o clásico instantáneo.

Gijón se convierte en destino casi místico para jóvenes cinéfilos

"La programación del festival pretende ofrecer un espectro lo más amplio posible en el intento de tomar el pulso al cine contemporáneo", señala José Luis Cienfuegos, director del certamen. En la programación oficial coexisten propuestas en las que se funden las fronteras entre ficción y documental -como en la provocadora Import / Export, del austriaco Ulrich Seidl-, explosiones de exceso punk -Ex Drummer, del belga Koen Mortier-, modulaciones de última hora del indie americano -Interview de Steve Buscemi, Juno, de Jason Reitman y Grace is Gone, de James C. Strouse- y tonificantes revelaciones del cine de América Latina, como la argentina El otro, de Ariel Rotter, o la mexicana Cochochi, de Israel Cárdenas. También hay presencia española por partida doble: El silencio antes de Bach, de Pere Portabella -"la película más joven de la sección oficial es, a la vez, el regalo de todo un veterano", afirma de ella Cienfuegos- y, fuera de competición, Unas fotos en la ciudad de Sylvia, de José Luis Guerín, pieza complementaria de su último trabajo, que contará con el acompañamiento musical en directo de un sexteto liderado por el ex Migala Diego Yturriga.

El festival incorpora a esta edición un nuevo premio al Cine de No Ficción y Documental, dotado con 10.000 euros. "Todos estamos en pleno proceso de cambio y debemos abrirnos a otros formatos", explica Cienfuegos. "Hasta ahora era requisito de la sección oficial que las películas a competición estuviesen en 35 mm, pero a partir de esta edición hemos abierto puertas a la diversidad".

El mexicano Carlos Reygadas será uno de los autores homenajeados en el festival. Junto a él, el polaco Pawel Pawlikowski -"el director ideal para jugar a las 10 diferencias entre él y Michael Moore"-, la norteamericana Anna Biller, capaz de articular un discurso feminista en lujuriosos colores kitsch, el japonés Shinya Tsukamoto, pionero del fantástico cyberpunk, y la libanesa Danielle Arbid también serán objeto de estimulantes retrospectivas. El resto de la programación reparte artillería pesada en casi todas sus secciones paralelas: no hay que dejar de prestar atención al apartado Enfants Terribles -orientado al espectador infantil y adolescente-, porque en él se esconde uno de los títulos del año, This is England, de Shane Meadows.