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Reportaje:Primeros éxitos contra el sida

El sida retrocede por primera vez

La ONU revisa sus datos y descubre que bajan las nuevas infecciones y las muertes por la enfermedad - El VIH, en cambio, se mantiene estable en Europa y EE UU

Por fin una buena noticia sobre el sida. La ONU ha revisado sus datos y ha descubierto que la expansión de la epidemia se está frenando. Dos son los indicadores que avalan esta tendencia: el número de nuevos infectados por el VIH (que retrocede al nivel de 1992, y lleva bajando desde 1998), y las defunciones atribuidas al sida, que caen a 2,1 millones, y confirman el descenso que empezó el año pasado.

El hallazgo de Onusida (la agencia de Naciones Unidas para la enfermedad) se ha producido gracias a una mejora en los sistemas de vigilancia epidemiológica de India, Angola, Kenia, Zimbabue, Nigeria y Mozambique.

Tras revisar los datos de estos países, el panorama actual es el siguiente: las nuevas infecciones son 2,5 millones, un 22% menos que las 3,5 millones de 2001. Este número desciende desde 1998, de acuerdo con el nuevo sistema de cálculo. En 2006, el informe de Onusida daba la cifra de 4,1 millones de nuevos infectados, aunque este dato hay que ponerlo en cuarentena tras la revisión estadística (lo real es que estaba alrededor de 2,7 millones, de acuerdo con la organización).

Más información
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Los fallecimientos este año han sido 2,1 millones. En 2001, que Onusida toma como referencia porque fue el primer año que se hizo un informe exhaustivo, hubo 1,7 millones. Pero la cifra de este ejercicio confirma el descenso que empezó el año pasado.

Además, hay medio millón de personas más que en 2006 que viven con VIH. Lógicamente, este número va en aumento. Ahora son 33,2 millones (el año pasado, con los datos equivocados, la ONU dijo que eran 39,5 millones). En 2001, usando ya el cómputo correcto, eran 29 millones. En este caso el crecimiento es una buena señal: hay más personas con VIH porque mueren menos. Cada día se infectan 6.800 personas al día y mueren 5.700.

En el cambio de tendencia hay varios modelos. En el África subsahariana, el número de personas diagnosticadas con el VIH ha bajado de 2,2 millones en 2001 a 1,7 millones. En lo que no se ponen de acuerdo los expertos es en cuál es la causa principal de esta caída. Unos insisten en el éxito de las políticas de prevención -con el debate abierto sobre el papel que juega la abstención-. Para otros, se trata de un puro agotamiento numérico: en las zonas donde la incidencia del VIH es muy alta, ya no quedan tantas personas sanas que infectarse (en países como Suazilandia, Lesoto y Botsuana, más del 35% de los adultos tienen el virus).

Esta disminución en el número de nuevos casos tiene algunas excepciones relevantes. La primera es la de Oceanía. La segunda, el este de Asia. Y la tercera, Norteamérica y Europa Occidental. En estas dos últimas regiones se ha pasado de 76.000 nuevos diagnósticos en 2001 a 77.000 en 2007. Es un aumento muy pequeño, pero preocupante: indica que en los países con más medios y más campañas de prevención se están abandonando las prácticas seguras.

Lo que no cambia es la feminización del sida. Advertida por la ONU hace ya un lustro, las mujeres son el 50% de las personas que viven con VIH en todo el mundo. En el África subsahariana -la región del planeta más castigada, donde vive el 68% de las personas con el VIH- esta proporción es de más del 60%, y va en aumento. El crecimiento en el número de mujeres con VIH se da también en las regiones que siguen a África por número de afectados: el Caribe (ellas son el 42% de los infectados), Asia (el 29%), Latinoamérica (el 28%) y este de Europa y Asia central (más del 25%).

Esta última región es la que más preocupa en estos momentos a las autoridades sanitarias mundiales. Entre 2001 y 2007, el número de personas registradas con VIH ha aumentado un 153%. Es la segunda zona geográfica, de las 11 en que dividen la ONU y la Organización Mundial de la Salud (OMS) el planeta, en crecimiento del número de casos. Pero la primera, Oceanía, con sólo 75.000 personas infectadas (un 188% más que en 2001) no es tan significativa estadísticamente. La tercera es el este de Asia, donde ha crecido un 90%.

Tres menciones para España

Tres veces menciona el informe de Onusida a España. La primera, para recordar que es el país de Europa donde la epidemia alcanza mayores proporciones, junto a Italia, Francia y Reino Unido.

La segunda, para explicar la diferencia con los otros países europeos -que parece que se difumina-: mientras en España y Portugal la principal vía de transmisión del virus han sido las jeringuillas compartidas por consumidores de heroína, en el resto de Europa es la vía sexual -inicialmente, sobre todo, homosexuales que tenían relaciones sin protección, y, cada vez más, heterosexuales-.

La tercera vez que Onusida se refiere a España es para indicar que es, junto a Italia, uno de los dos países de la UE que no tienen un registro de personas con VIH, y que usa los datos de "algunas regiones". Con este pequeño tirón de orejas a España la ONU pone de manifiesto su interés en que haya un registro.

El tema tiene una especial relevancia en el informe de Onusida de este año, después de que el organismo de Naciones Unidas haya tenido que revisar -afortunadamente, a la baja- las cifras que ha estado dando en los últimos años.

Tras un lustro de mensajes muy pesimistas (Las infecciones por VIH en el mundo han crecido un 10% en sólo dos años. La ONU advierte de que el mundo es incapaz de frenar la expansión de la pandemia, titulaba este periódico el año pasado), resulta que había alguna posibilidad para el optimismo.

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