Los mayoristas levantarán un nuevo mercado de la fruta en Mercabarna

Mercabarna, que concentra los mercados mayoristas de Barcelona, acaba de iniciar una nueva etapa, tras la luz verde definitiva a la largamente negociada conversión de la entidad en una sociedad de vida indefinida. La supresión del horizonte temporal de 2021 para la disolución de la sociedad -cuya existencia frenaba las inversiones de los operadores por el temor a no poder alargar sus concesiones ni a poder amortizar las inversiones que pudieran acometer- permite desencallar muchos de los proyectos que se han ido arrastrando en el tiempo.

Uno de los proyectos de la nueva etapa, en la que ha asumido la presidencia de Mercabarna el tercer teniente de alcalde del Ayuntamiento de Barcelona, Jordi William Carnes, es la reforma del mercado de la fruta y las hortalizas. La reforma de este mercado, que agrupa a 210 empresas, es urgente. Tiene 35 años de antigüedad y arrastra carencias como problemas de espacio, dificultades crónicas para la carga y descarga de mercancías que llegan en camión o insuficiente potencia eléctrica.

Los mayoristas propondrán ahora reactivar el proyecto a la nueva cúpula de Mercabarna, por la "urgencia" del mismo y también como una señal de su voluntad de acometer inversiones para modernizar el recinto, justo en la recta final de la negociación del alargamiento de las concesiones de las empresas del sector, la mayoría de las cuales terminan en 2017. Los operadores del mercado de la fruta y del pescado aún no han cerrado un acuerdo para dicho alargamiento. Sí han cerrado ya un preacuerdo con Mercabarna las empresas de la llamada Zona de Actividades Complementarias (ZAC), según explica Joan Llonch, presidente de la Asociación de Concesionarios de Mercabarna (Assocome). El preacuerdo aún no se ha firmado, a la espera de un pacto con los citados mercados del pescado y la fruta.

"Puede acometerse una reforma parcial del mercado de la fruta, que costaría 60 millones de euros pero que tras seis o siete años de trabajo no resolvería todos los problemas, o puede derribarse por fases el actual mercado y levantar uno nuevo, que es lo preferible", explica Casimir Llorenç, presidente de la Asociación Gremial de Empresarios Mayoristas de Frutas y Hortalizas de Barcelona y Provincia. El derribo y la construcción de un nuevo mercado supondrá aumentar su superficie en un 10%.

El reparto de la financiación del proyecto no está resuelto, aunque las empresas confían en que la Administración pondrá una parte del dinero. El problema principal del proyecto es la complejidad de derribar gradualmente las actuales instalaciones mientras, en paralelo, se construyen las nuevas, de modo que no se paralice la actividad.

La nueva actitud "más libre y atrevida" de las empresas a la hora de abordar sus retos y las "inversiones importantes" en Mercabarna fue subrayada por el nuevo presidente de esta sociedad, Jordi William Carnes, quien subrayó en un comunicado la nueva fase que se abre ahora que los operadores dispondrán de tiempo para amortizar sus potenciales inversiones.