La UE pide calma a Kosovo al declarar la independencia

La Unión Europea se precipitó ayer a pedir tranquilidad y sangre fría a Hashim Thaçi, antiguo guerrillero y vencedor de las elecciones legislativas en Kosovo del fin de semana, ante su amenaza de proclamar rápidamente la independencia del territorio. El llamamiento de los líderes europeos consiguió el efecto buscado cuando el vencedor de las elecciones rectificó para asegurar que actuará en coordinación con la UE y EE UU. Fuentes europeas conocedoras del proceso negociador serbio-kosovar reconocieron que lo que se busca es pactar con Pristina un calendario que reduzca al mínimo el tiempo transcurrido entre lo que se considera una inevitable declaración unilateral de independencia de Kosovo y su reconocimiento por la comunidad internacional.

El triunfo de Thaçi fue visto en Bruselas como un elemento más en el proceso democrático de Kosovo, sólo deslucido por la baja participación. Pero el líder del Partido Democrático de Kosovo sobresaltó a los europeos con su anuncio de que proclamaría la independencia inmediatamente alcanzada la fecha del 10 de diciembre, cuando el secretario general de Naciones Unidas debe recibir un informe con el resultado del esfuerzo adicional negociador impuesto a Belgrado y Pristina tras el no de Serbia al plan de Martti Ahtisaari.

Desde la UE se pidió a Thaçi que actuara con la responsabilidad de un primer ministro y no como político de la oposición, y él hizo luego manifestaciones contemporizadoras. Hoy estará en Bruselas, con la delegación kosovar que, por quinta vez, va a discutir con Serbia sobre el futuro del territorio. Es un proceso abocado a concluir en diciembre sin resultados. "Es muy improbable pensar que se puede alcanzar algún acuerdo sobre el estatus de Kosovo, salvo concesión inesperada de alguna de las partes", confiesa una fuente allegada a las discusiones.

Los cuatro meses adicionales de negociaciones no han contribuido a desbloquear el proceso, pero han ayudado sobremanera a que la UE lo afronte con ánimo de unidad. "La UE quiere estar segura de que los kosovares van a cumplir todas las condiciones" de descentralización y respeto a las minorías, entre otras, "antes de que se llegue a la situación de una declaración de independencia", indica la fuente. Si esas garantías se obtienen, se reconocerá la independencia. "La cuestión es cómo trabajar con los kosovares para fijar un calendario, si el nuevo Gobierno puede esperar", agrega la fuente. La señal de paciencia enviada ayer en segunda instancia por Thaçi contribuyó a disipar las inquietudes de la Unión, que justifica el reconocimiento de la independencia, sin fecha prefijada, como un medio de evitar la violencia.

La Unión busca mantenerse unida y ayer el secretario de Estado para Europa del Reino Unido, Jim Murphy, declaró que más de 20 países están a favor de la independencia. España siempre ha manifestado su insatisfacción con esta salida y se ha declarado dispuesta a aceptarla en bien de la unidad. "Hay muchos interrogantes", comentó Miguel Ángel Moratinos, ministro de Exteriores. "La posición española es de respeto a la legalidad internacional, de buscarla en Naciones Unidas y buscar la unidad en la UE".