Sin fecha de apertura para los nuevos hospitales

Era víspera de un puente y eso se notaba en el ambiente de la Asamblea de Madrid. Aunque las preguntas de control al Gobierno regional dejaron algunas perlas como el "chulo" lanzado por la diputada socialista Matilde Fernández contra el vicepresidente Ignacio González.

Antes fue la presidenta regional, Esperanza Aguirre, la que eludió mojarse sobre los hospitales. La diputada de IU Caridad García atacó de lleno con la apertura de los centros: "Presidenta, su política sanitaria es difusa, confusa y patidifusa. En abril se llevó la incubadora y batas blancas para hacer la foto en los nuevos edificios, pero una vez realizada la obra teatral no queda nada".

La presidenta replicó que se han acabado las obras en siete de los ocho futuros hospitales. Sólo falta el Puerta de Hierro de Majadahonda, que es un traslado desde Moncloa. Aguirre hizo su discurso triunfalista: "Un millón y medio de madrileños estrenarán hospitales con 2.300 habitaciones individuales". Pero no se mojó. "Si por razones electorales y partidistas quieren que ponga una fecha de apertura de los hospitales sin tener en cuenta las medidas de seguridad, les digo que no, que para eso ya está Rodríguez Zapatero. Si no, que se lo digan a los catalanes". Aplauso cerrado desde los escaños del PP y abucheo en la oposición.

Polémicos teatros

La tarde deparaba aún más sorpresas. La diputada del PSOE Pilar Mercedes Lezcano echó en cara a González haber despedido al arquitecto Joaquín Navarro Baldeweg de las obras de los teatros del Canal. La socialista le acusó de dilapidar el dinero de los madrileños. "¿Ya tienen echado el ojo a alguna empresa catalana para privatizar ese teatro?", preguntó con mucha ironía.

González se levantó del escaño y empezó a lo grande: "La ignorancia es muy atrevida, pero en su caso, señora Lezcano, también es muy osada". Eso levantó la ira de los diputados socialistas, que lo abuchearon. Matilde Fernández fue más allá y le espetó: "¡Chulo!". El vicepresidente se hizo el ofendido. "Señora presidenta de la Asamblea, le pido que llame al orden a la señora Fernández porque me ha insultado". Más bronca. La diputada Fernández se negó a retirar el insulto.

La presidenta Elvira Rodríguez hizo una salida salomónica: "Usted no retirará el insulto, pero no constará en el diario de sesiones". Fin de la polémica.