La guerrilla kurda libera a ocho soldados turcos
El PKK hace un gesto de distensión ante la reunión de Bush y Erdogan
La guerrilla del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), organización considerada terrorista por Estados Unidos y la Unión Europea, liberó ayer a ocho soldados turcos secuestrados durante una emboscada rebelde hace dos semanas. El gesto del PKK puede aliviar las tensiones entre Turquía e Irak, país en el que se refugia el PKK, en vísperas del encuentro previsto para hoy en Washington entre el presidente estadounidense, George W. Bush, y el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan.
Los militares turcos fueron entregados al Ejército estadounidense en Erbil, en el Kurdistán iraquí, donde se les realizó un chequeo médico tras el cual fueron trasladados a Turquía a bordo de un avión militar norteamericano. La liberación se realizó en presencia de dos diputados turcos del prokurdo Partido de Sociedad Democrática. Erdogan se encuentra en la capital estadounidense desde ayer, acompañado, entre otros, por el número dos del Estado Mayor del Ejército, Ergin Saygun, y por el ministro de Defensa, Vecdi Gonul. La prensa turca destacó ayer que la presencia en Washington de este alto militar y del responsable de Defensa indica que las conversaciones con Bush se centrarán en temas militares.
Turquía amenaza desde hace semanas con realizar una gran ofensiva transfronteriza contra el norte de Irak, donde el PKK tiene sus bases y desde donde ataca al Ejército turco. Mientras, el PKK aseguró que la liberación de los soldados se produjo sin contrapartida alguna. Abderramán al Chaderchi, un portavoz del PKK, aseguró que fue "un caso humanitario". "Su liberación es un mensaje para el mundo, no sólo para Turquía, de que queremos la paz", declaró por teléfono desde su escondrijo en algún lugar de las montañas de Qandil, en el noreste de Irak.
Los familiares de los secuestrados no ocultaron su alivio y alegría por la liberación. Suleyman Atakul, padre de uno de los soldados, dijo que las familias no habían oído nada de sus hijos en dos semanas. "Fueron dos terribles semanas. Ahora estoy muy contento. Los padres de los soldados abatidos tienen un nuevo hijo", dijo en declaraciones a varias emisoras turcas. Se refería a los familiares de los 12 soldados muertos en la misma emboscada del 21 de octubre cuando el PKK secuestró a los ocho militares.
Turquía tiene estacionados a más de 80.000 soldados cerca de su frontera con Irak y ha realizado en los últimos días algunas incursiones aisladas para perseguir a rebeldes kurdos. El PKK inició su lucha armada contra el Estado turco en 1984 para reclamar más derechos para los 14 millones de kurdos que habitan en Turquía y desde entonces han muerto más de 35.000 personas en esta guerra no declarada entre los rebeldes y el Ejército turco.
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