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"Tenéis que hacer algo, por Dios"

Las azafatas españolas detenidas en Chad denuncian condiciones infrahumanas

Fue el aullido de la víctima que no comprende. Sara López, azafata madrileña de 32 años, rompió ayer el silencio de los siete detenidos españoles en Chad y acabó de golpe con la palabrería enrevesada de la jerga diplomática. Mientras caminaba escoltada por militares chadianos hacia un baño en el Palacio de Justicia, se dirigió a los periodistas:"Estamos jodidísimos y en condiciones infrahumanas. Tenéis que hacer algo ya, por Dios". ¿Os están ayudando?, le preguntó alguien. "No están haciendo nada. No puedo hablar".

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Sara López, Carolina Jean, Mercedes Calleja y Tatiana Suárez, la jefa de cabina del avión español contratado para traer a Europa a los 103 niños supuestamente secuestrados por la ONG francesa Arca de Zoé, habían llegado a las 10.00 en un furgón policial con rejas.

Junto a ellas iba Eric Breteau, el "fundamentalista humanitario" -así lo definió Hervé Chabalier, director de la Agencia Capa- y líder de la ONG que tiene dos nombres, Arca de Zoé para Francia y Children Rescue en Chad. Además, prestaron declaración los tres periodistas franceses, incluida la militante de la ONG Marie Agnés Peleran, quizá como un gesto de Yamena hacia el presidente francés, Nicolas Sarkozy, que tiene previsto llegar hoy a Chad, al parecer dispuesto a llevárselos a París, según fuentes oficiales chadianas.

La impresión es que el juez quiere acelerar la declaración de los imputados menos relacionados con el caso (azafatas y periodistas), aunque la situación de los tripulantes españoles parece regirse más por un criterio de género (primero las mujeres) que por una lógica procesal.

Según el abogado del Estado chadiano, Philippe Houssine, todos los imputados "contestaron individualmente a un interrogatorio exhaustivo". Las azafatas acabaron hacia las tres de la tarde, pero tuvieron que esperar a que finalizaran los demás.

El lunes, si no hay sorpresas, las cuatro volverán al Palacio de Justicia de Yamena y mantendrán careos con el gurú de la ONG, Eric Breteau. A partir de ese momento, el fiscal dirá si procede mantener la acusación o revocarla, y el juez decidirá si quedan o no en libertad. Después, se espera que declaren el resto de los acusados, entre ellos los otros tres españoles, el comandante Agustín Rey, el copiloto Sergio Muñoz y el auxiliar de vuelo Daniel González.

El letrado local Jean-Bernard Padaré, que defiende a los españoles y a los periodistas, dijo que no hay ninguna prueba contra sus clientes y que espera que todos sean liberados pronto.

La elección del abogado volvió a distanciar ayer al equipo que Exteriores tiene en Chad de las familias de los detenidos y de la empresa del avión, Girjet. Según la embajadora en Camerún, María Jesús Alonso, los familiares y la compañía decidieron contratar a ese "letrado de renombre" tras consultar una lista facilitada por Exteriores. El dueño y gerente de Girjet, Oriol Comabella, lo negó y dijo que el cónsul sólo consultó algunos nombres con los detenidos.

Vicente Más, el cónsul español en Camerún que ha acompañado en este periplo a los tripulantes, pudo ver a las azafatas durante la tarde, tras ser aprobada una visita humanitaria al Palacio de Justicia, y les entregó los mensajes de sus familias.

La embajadora Alonso lamentó que las autoridades chadianas hayan decidido cancelar la asistencia consular, pero insistió durante un encuentro con la prensa en que el Gobierno está trabajando "muy de firme", también desde Madrid, para mejorar la situación.

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