'Rebelión cárnica' contra Agricultura
Carniceros, ganaderos y consumidores culpan al Gobierno por su desamparo
El sector vasco de la carne se halla cada vez más lejos de la política del Departamento de Agricultura y Pesca, que dirige Gonzalo Sáenz de Samaniego. Ayer lo dejaron claro en Bilbao los ganaderos, representados por el sindicato EHNE, el mayor del sector primario; la Asociación de Carniceros de Vizcaya, en representación de los profesionales de las tres provincias; todos los mataderos comarcales con capital público (los de Tolosa, Durango y Oñati) y la Organización de Consumidores y Usuarios Vascos, la principal del sector en la comunidad autónoma.
Todos ellos acusaron al Gobierno, en una inédita rueda de prensa conjunta en Bilbao, de seguir una política cárnica que sólo en pura teoría defiende al sector, pero que supone "lo contrario" de lo que el sector precisa.
Culparon después a Gurokela, el principal proyecto impulsado por el Gobierno en el sector de la carne, de hacer dumping (vender por debajo del precio de coste), lo que la empresa negó después. Aseguraron que tienen pruebas de que Gurokela ha ofrecido las pistolas (parte de la canal de un animal que incluye las chuletas) a 5,2 euros el kilo, cuando en el mercado su precio asciende a 7,2 euros.
Gurokela 2004, sociedad participada por Gurokela (60% del capital) y la empresa privada Mafrialsa, gestiona el matadero del barrio bilbaíno de Zorroza. Gurokela está participada por 263 ganaderos y por el Ejecutivo, que posee el 23,9%.
Mikel Kormenzana, de EHNE, reiteró que Gurokela está tirando los precios ofertando carne de fuera de Euskadi. Precisó que los tres mataderos presentes sacrifican el 60% del bovino vasco del 65% de productores.
Koldo Navascués, representante de los consumidores, destacó que estos no notan en sus bolsillos la rebaja de precios, que puede buscar el "cierre de explotaciones". Su organización rechaza los monopolios, como el que se quiere crear en torno a Gurokela. Eneko Karrera, de EHNE, comparó este caso con el de Iparlat: "Dicen que decide el sector, cuando todos sabemos quién ha puesto y para qué a determinados asesores".
El PSE ha preguntado en el Parlamento cuándo saldrá el Gobierno del capital de Gurokela (un mandato parlamentario obliga a ello) y ha pedido las cuentas detalladas de esta empresa.
Aplazado el cambio del reglamento del ganado con 'label'
La propuesta para cambiar el reglamento de Euskal Okela, la marca que distingue la carne con el label vasco de calidad, quedó ayer pendiente en el Parlamento. El tripartito (PNV, EA y EB) se opuso a la proposición de socialistas y populares para lograr que la carne con label se pueda comercializar en cualquier carnicería y para que se establezca la obligatoriedad del faenado tradicional, que no elimina la riñonada de la canal y hace que los animales se conserven mejor. El debate quedó en empate por la abstención de EHAK, por lo que se volverá a votar en una próxima reunión de la Comisión de Agricultura y Pesca.
Bakartxo Tejería, del PNV, basó su negativa al cambio en la importancia de las etiquetas que expenden las carnicerías para controlar el fraude. Este argumento fue replicado por el socialista José Luis Anda, quien destacó que nadie expende etiquetas para los tomates con label y se presume que no existe fraude. Añadió que para controlarlo ya están la inspección y la Administración.
Tejería también polemizó con la popular María del Carmen López de Ocáriz por el faenado tradicional, que esta respaldó, mientras la nacionalista lo consideró sólo uno de los métodos posibles para comprobar el nivel de grasa del animal.
EHNE defendió ayer este faenado. Su representante Mikel Kormenzana aseguró que garantiza mayor calidad de la carne y aumenta el valor de la res, ya que, al no retirarse la riñonada, el ganadero cobra más. Gurokela no practica el faenado tradicional. En nombre del sector, Kormenzana pidió más "democracia" en el label, que debe ser más "abierto y plural".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
