Los 'sin tierra' indios imitan a Gandhi
25.000 jornaleros llevan a Nueva Delhi la revuelta pacífica de los desposeídos
A Devaras Dehera, un jornalero indio de 60 años, le caben todas sus pertenencias en un costal: un plato y un vaso de metal, un jabón, una cobija y unos pocos cacahuetes. Con este equipaje cargado en la cabeza, ha caminado 350 kilómetros con el asfalto de la carretera quemándole los pies descalzos. Dice que quiere conseguir "un poco de dignidad", lo que para él significa un poco de tierra para cultivar.
Dehera no está solo. Su marcha ha sido la de un ejército de desposeídos. Unos 25.000 hombres, mujeres y niños que llegaron ayer a Nueva Delhi, la capital de India. Exigen al Estado que cumpla una promesa de 60 años, cuando el subcontinente se independizó de Reino Unido: el derecho de todos los campesinos a un trozo de tierra.
Aunque hubo varios procesos de repartición, hoy sigue habiendo 170 millones de personas sin ninguna propiedad, sobre todo intocables. Además, durante las últimas décadas, comunidades como la de los adivasis han sido desplazadas de sus tierras para crear parques naturales o usar los recursos naturales.
Los sin tierra se han inspirado en Mahatma Gandhi, el padre de la patria, y emprendieron este viaje el día del aniversario de su nacimiento, el 2 de octubre, desde Gwarlior, al sur de Delhi. "Éste es el movimiento de resistencia pacífica más grande desde la Independencia", asegura el respetado gandhista Sewak Sharan. El Gobierno ha recibido su propuesta de Reforma Nacional de Repartición de Tierra, pero hasta ahora no ha dado ninguna respuesta. Ellos dicen que se quedan en Nueva Delhi hasta que les den lo que piden.
"Si estamos muriendo de todas formas en las áreas rurales, nos vamos a ir a morir fuera del Parlamento", dice P. V. Rajagopal, el organizador de la marcha. Cuatro fallecieron ya en el camino, extenuados. Otros tres fueron atropellados.
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