_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

El 'sorpasso' chino

Joaquín Estefanía

Al tiempo que los organismos multilaterales rebajan las previsiones de crecimiento para amplias zonas del mundo, el Banco Mundial ha hecho lo contrario en el caso de China: ha aumentado las expectativas de su PIB, que se incrementará un 11,3% en el año en curso. Se trata de la mayor subida desde 1995, a pesar de las medidas tomadas por las autoridades del gigante asiático (cinco subidas de los tipos de interés en lo que va de ejercicio), para que su economía no se recaliente en exceso.

La secuencia del PIB chino en el último cuarto del siglo es espectacular: una tasa media anual de aumento del 10%; en el tercer trimestre de 2007 ha crecido a un ritmo anual del 11,5%. Ello da lugar a las primeras comparaciones: en términos absolutos, el PIB chino supera el equivalente a 1,55 billones de euros, lo que significa que está a punto de agarrar en volumen a Alemania como tercera economía mundial, tras EE UU y Japón. Si ese examen se realiza no por el total de la economía, sino por la capacidad comercial, los datos son todavía más avasalladores: China ya está en tercer lugar en la clasificación mundial de países exportadores, tras Alemania y EE UU, pero hace tiempo que superó a EE UU y, en el mes de agosto, pasó a Alemania como primer exportador mundial, aunque en el cómputo de los ocho primeros meses del año todavía no lo haya logrado. No hay reunión de las principales economías del mundo, o del Fondo Monetario Internacional, en la que no se clame para que revalúe su moneda, el yuan, la deje cotizar teniendo en cuenta la evolución del mercado, y no la mantenga devaluada con intervenciones administrativas que, según los denunciantes, violentan las reglas del juego. El excedente comercial chino supera el 11% de su PIB.

El debate sobre el crecimiento ha sido una de las polémicas del congreso del PC chino

A ello se une su enorme apetito inversor y de compra de materias primas, especialmente en África y América Latina, aunque no sólo. China ocupa los primeros lugares en la clasificación de fondos soberanos (sociedades estatales) que invierten sus casi inagotables reservas (un billón de euros) en la adquisición de empresas de cualquier parte del planeta, generando lógicos movimientos proteccionistas. La pasada semana se anunció que el Banco Industrial y Comercial de China (ICBC), el mayor del mundo por capitalización bursátil tras haber superado al Citigroup, ha adquirido el primer banco africano, el Standard Bank, en lo que ha sido la mayor operación hasta ahora de un banco chino en el exterior.

Las autoridades chinas se debaten entre seguir estimulando el crecimiento sin límites, o hacerlo teniendo en cuenta los enormes desequilibrios que en el interior de la sociedad está generando el mismo, en materia de desigualdades y de estragos del medio ambiente. Ésta ha sido, por lo poco que se conoce, una de las grandes polémicas en el congreso del Partido Comunista, recientemente celebrado. En un momento en que el cambio climático está en el frontispicio de la política mundial, conviene recordar que las emisiones chinas de dióxido de carbono han superado ya a las de EE UU, y que pueden duplicarse con creces de aquí al año 2030, cuando se prevé que será responsable del 26% de las emisiones totales (frente al 17% actual).

Estos porcentajes se pueden interpretar de otro modo si se tienen en cuenta las emisiones por habitante, en las que los ciudadanos chinos contaminan seis veces menos que los estadounidenses, del mismo modo que su renta per cápita está aún muy lejos de las de los principales países desarrollados. En su libro El enigma chino (editorial Espejo de Tinta), el decano de los empresarios españoles en ese país, Marcelo Muñoz, aporta entre otros los siguientes datos: el 60% de los ríos están contaminados y el 15% secos; se han perdido más de siete millones de hectáreas de cultivo en los últimos 30 años; el 60% de las aguas residuales no se depuran; 300 millones de personas no tienen aún acceso directo a la red de agua potable; el 20% de la población china vive en áreas contaminadas.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_