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La CEV cumple 30 años bajo la presión de los desafíos globales

González marca el principal reto en la búsqueda de nuevas oportunidades

Miquel Alberola

La Confederación Empresarial Valenciana (CEV) cumple treinta años y hoy los celebra con diversos actos, entre los que destaca una conferencia del director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Rodrigo Rato, sobre las perspectivas económicas y retos que plantea el futuro. La organización se fundó en momentos convulsos política y económicamente (1977); además, había que adaptarse a la nueva realidad.

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Ahora es una situación muy distinta, reconoce su presidente, José Vicente González, aunque con nuevos retos y nuevas oportunidades. "Oportunidades importantes", subraya González, que centra el reto más importante que tienen las empresas en buscarlas. Ahora se trata "de ganar la partida que se juega en el escenario global". Para ello, González mantiene que es básico incrementar la productividad. "Llevamos varios años creando empleo a unos ritmos que no se han conocido con un crecimiento también simpar en la historia económica reciente y ahora hay que consolidarlo", sostiene. Es consciente de que la economía funciona a ciclos y no se puede mantener de forma permanente ese crecimiento, pero desde su punto de vista es necesario que sea "suficientemente intenso" en un momento en que el sector que ha tirado de la economía se debilita.

A González no le gusta la expresión "agotamiento de la construcción", sino que lo que ocurre es que en estos años el sector ha tenido un desajuste entre la oferta y la demanda. "Se estaban construyendo más viviendas de las que la demanda podía absorber, y esos desajustes pasan y se corrigen, aunque va a costar tiempo", subraya. Considera que el crecimiento espectacular del sector ha sido muy bueno porque ha tirado de la industria como motor económico, aunque reconoce que el debilitamiento de la actividad va a obligar a un modelo de crecimiento "mucho más equilibrado". Es decir, porcentualmente el peso de la construcción va a ser menos importante en el conjunto de la economía valenciana.

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La situación obliga a la industria a afilar su ingenio. Además de incrementar la productividad, la receta de González para el futuro pasa por el capital humano. "Hay que tener gente bien formada y motivada, y no tenemos el mejor sistema educativo del mundo ni muchísimo menos", incide. Para González, hay que trabajar desde la guardería con criterio empresarial, es decir, no para "el autoconsumo de los que están en el sistema educativo sino pensando en sus aptitudes y actitudes del futuro". "Para que sepa que va a tener que estar aprendiendo el resto de su vida porque las cosas cambian muy deprisa", advierte. González destaca que "hay que hacer muchas cosas en la Formación Profesional, que es el patito feo del sistema", y sugiere que lo primero es cambiarle el nombre

Mirando hacia atrás, el presidente subraya la unidad de los empresarios como logro más importante conseguido por la CEV. "No es fácil, con un temperamento como el nuestro, puesto que nuestra mejor virtud no es hacer las cosas en conjunto y en equipo", reconoce. En ese sentido, señala la participación de la CEV en la fundación de una patronal autonómica (Cierval) y la creación de Cepyme. Asimismo, destaca una función, "que no es vistosa pero que es muy importante": "Decirles a los empresarios cómo lo vemos y qué hay que hacer desde el conocimiento de nuestras empresas".

Uno de los asuntos más incómodos que ha tenido que afrontar González desde que hace dos años asumió la presidencia de la CEV, es el quebranto económico de 3,8 millones de euros por la mala gestión de la formación. Aunque la organización continúa teniendo "un pasivo importante", el plan de saneamiento aplicado por González hace año y medio preveía que en un plazo de tres años se pasara de números rojos a negros. Aunque existían otros modos de resolver el problema, el presidente apostó por hacerlo "a lo empresarial", y en este momento la deuda "ha dejado de ser una losa": "No sólo se han cumplido los plazos sino que vamos por delante del plan", añade.

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Sobre la firma

Miquel Alberola
Forma parte de la redacción de EL PAÍS desde 1995, en la que, entre otros cometidos, ha sido corresponsal en el Congreso de los Diputados, el Senado y la Casa del Rey en los años de congestión institucional y moción de censura. Fue delegado del periódico en la Comunidad Valenciana y, antes, subdirector del semanario El Temps.

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