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Reportaje:

Las deudas de Pavarotti

El tenor dejó un descubierto de 11 millones de euros en su cuenta y debía otros siete por hipotecas pendientes

Enric González

Quizá, finalmente, las dos familias de Luciano Pavarotti acaben litigando por la herencia. Pero no será por ganar dinero, sino, en el caso de sus tres primeras hijas, para evitar perderlo. El tenor, a quien se atribuían unas cuentas bancarias rebosantes, dejó una deuda de 18 millones de euros en el banco Monte dei Paschi di Siena. Dejó también un importante patrimonio inmobiliario, cuadros y acciones, destinado casi todo a Nicoletta Mantovani, su segunda esposa. Lorenza, Cristina y Giuliana Pavarotti, las hijas de su primer matrimonio, tendrán que afinar las cuentas para que el testamento paterno no les suponga un desembolso.

Pavarotti murió el 6 de septiembre, y de inmediato se desataron las especulaciones sobre los destinatarios de su presunta fortuna, estimada inicialmente en 200 millones de euros. Se rumoreó que su matrimonio con Nicoletta Mantovani, su antigua secretaria, estaba en crisis, y que en el tramo final de su enfermedad había decidido legar el grueso de su patrimonio a sus hijas. El hecho de que hubiera redactado dos testamentos alimentó los rumores.

La primera sorpresa, cuando empezaron a trabajar los notarios, fue la aparición de un trust (una sociedad personal) que englobaba lo más importante del patrimonio: tres apartamentos en Nueva York, numerosas piezas de arte y cuentas corrientes en Estados Unidos. El trust estaba a nombre de Nicoletta Mantovani, con lo que quedaba excluido de la herencia del tenor. Los dos testamentos declaraban a Mantovani heredera universal, y establecían que la mitad del patrimonio, la "legítima", fuera dividido entre las cuatro hijas, tres del primer matrimonio y una, Alice, de cuatro años, del segundo. Parecía que los bienes a repartir eran abundantes. Todo lo que Pavarotti había invertido en acciones, por valor aproximado de 20 millones de euros, estaba, sin embargo, a nombre del tenor y de su segunda esposa. Mantovani era, por tanto, propietaria de la mitad, unos 10 millones, y tenía derecho, por testamento, al 50% de la otra mitad. Las cuatro hijas debían repartirse lo restante, unos cinco millones.

Por último, se desveló la situación bancaria en Italia. En su cuenta del Monte dei Paschi di Siena, Pavarotti había dejado un descubierto de 11 millones de euros. Adeudaba a la misma entidad otros siete millones por varias hipotecas pendientes. "Las deudas no eran ningún secreto; la enfermedad había impedido trabajar al maestro durante mucho tiempo, y las curas a las que se sometió en Estados Unidos fueron muy caras", explicó Giorgio Bernini, abogado de Nicoletta Mantovani y su hija Alice. Fabrizio Corsini, abogado de las otras tres hijas, declaró sin embargo que no se lo esperaba. "No imaginábamos estas cifras; 18 millones de deuda son muchos. Acabamos de recibir los documentos y vamos a estudiarlos a fondo", declaró Corsini.

Pavarotti dejó dos casas en Italia y un apartamento en Montecarlo. La casa de Módena, donde vivió con Nicoletta Mantovani los últimos meses de su vida, no puede ser vendida: la segunda esposa tiene derecho de usufructo. Quedan la casa de Pesaro y el apartamento monegasco, a repartir entre Mantovani y las cuatro hijas. Con la venta de esos dos activos inmobiliarios, si Mantovani está de acuerdo, las tres hijas del primer matrimonio podrían cubrir la parte de deuda que les corresponde."Las curas a las que se sometió fueron muy caras", dice un abogado

Luciano Pavarotti besa a Nicoletta Mantovani, tras su boda en Módena (Italia) en 2003.
Luciano Pavarotti besa a Nicoletta Mantovani, tras su boda en Módena (Italia) en 2003.AFP
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