El explorador incansable

En el repertorio de la minigira por España que inicia hoy Caetano Veloso, con un concierto que se programa dentro del Festival de Otoño de Madrid, el cantante y compositor añade grandes éxitos de su carrera a los temas de Cê, su último disco. Un álbum que ha sido producido por Pedro Sá, uno de los jóvenes músicos que le acompañan y que, además, es amigo de su hijo y también músico, Moreno Veloso.

Caetano, en Cê, canta en todo el disco en portugués. Un conglomerado de samba, rock, blues y ritmos electrónicos mezclados con la música popular brasileña al que el artista añade algún discreto toque de violín, todo ello sin renunciar al tropicalismo, movimiento que fundó en los sesenta junto a su hermana Maria Bethânia, Gilberto Gil, Gal Costa y otros poetas e intelectuales en oposición a la dictadura militar.

Nacido en una pequeña ciudad de Bahía y educado en una familia numerosa, Veloso ha recurrido al rock en este nuevo espectáculo en el que siguen presentes su poesía y su esencia. En las letras de las nuevas canciones aún tienen cabida el amor y el desamor, la democracia racial, la soledad, el deseo, los conflictos sociales... y quizá más que nunca sus propias experiencias vitales.

Así afronta Veloso otro giro en una carrera que comenzó en 1965 en São Paulo, con unas primeras composiciones en las que se adscribió a la bossa nova de João Gilberto, de la que se alejó para empezar a desarrollar su propio estilo.

A partir de ahí a Caetano le gustó beber de estéticas y músicas tan diversas como los Beatles, la poesía concreta, los dadaístas franceses que se organizaron en torno a Tzara o los poetas modernistas brasileños de los años veinte. Y ése sigue siendo el espíritu ecléctico que sigue inspirándole en sus excursiones constantes a territorios inexplorados.

Considerado como uno de los creadores que ha redefinido la música brasileña, Caetano Veloso también se ha convertido en líder de opinión con su repertorio de penetrantes y críticos comentarios sobre cuestiones sociales.