"El malestar de los trabajadores no se puede callar dando más dinero"
La Asociación por el Derecho a la Salud recalcó la idea de que su análisis sólo trata de agitar la conciencia del Departamento de Sanidad y en ningún caso degradar la imagen de Osakidetza. "Lo único que nos mueve es el ánimo constructivo, porque todos queremos al sistema público", recalcó uno de sus portavoces.
Estas son sus principales reflexiones:
- Malestar profundo entre los trabajadores. El esfuerzo realizado por los profesionales, en la década de los 90 y en el comienzo del nuevo siglo para mejorar la eficiencia y la calidad de su trabajo no ha sido correctamente valorado por la Administración. Se han visto abocados a gestionar el aumento de la demanda de servicios y a soportar cientos de microconflictos en todas las áreas de atención, al entrar en colisión las expectativas de la población y las exigencias establecidas por la dirección. "El malestar se ha agudizado en los últimos cinco años y eso no se puede callar dando más dinero", recalca Juan Luis Uría.
- Mala gestión. La dirección tiene un problema de visión amplia del sector, de gestión de recursos y de una planificación financiera adecuada. Las reformas sanitarias se llevan a cabo sin la participación social necesaria. ¿Por qué se adoptan políticas empresariales que fragmentan al sistema sanitario (la remisión de los trabajadores en baja laboral a las mutuas, los conciertos con la sanidad privada en ascenso y la sanidad pública descapitalizándose) y lo encarecen innecesariamente ante la multiplicación de pruebas y tratamientos que unos y otros desconocen entre sí?
- Conciertos con el sector privado. Osalde alertó contra la creciente utilización del sector privado para reducir las listas de espera. En los últimos cuatro meses, más de 15.000 pacientes han sido derivados en Vizcaya a clínicas privadas por parte de Osakidetza. Frente a estas críticas de descapitalizar el sector público para engordar el privado, Sanidad
recalcó que el porcentaje de pacientes derivados al sistema privado es del 7% y se mantiene estable en los últimos años. Osalde elevó sus críticas al advertir de que Osakidetza facilita recetas públicas a los médicos del ámbito privado con los que mantiene conciertos. "Es algo que nunca se había hecho antes", protesta Uría.
- Redistribución salarial. El acuerdo alcanzado con el SME permitirá aumentar la retribución de los facultativos, que se distanciarán de forma notable en la escala del resto de trabajadores. Eso podría contribuir a romper los equipos, formados por médicos, enfermeras y auxiliares debido al agravio comparativo que supone, alerta Osalde.
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