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Los efectos del temporal

Lluvias torrenciales inundan ocho pueblos de Alicante y causan dos víctimas mortal

Zapatero ofrece ayuda a Camps y pone a su disposición la Unidad Militar de Emergencias

"El río arrastraba tantos coches que parecía un rally". El comentario de un vecino de El Verger revela la magnitud de la tromba de agua caída en la madrugada y la mañana de ayer sobre el norte de Alicante. El aguacero desbordó dos ríos y varios barrancos de la comarca de la Marina que anegaron ocho pueblos (Beniarbeig, Els Poblets, El Verger, Dénia, Calp, Xàbia, Gata de Gorgos y Ondara), cobrándose la vida de una anciana y provocando el fallecimiento de otra mujer que, tras sufrir una reacción alérgica, no pudo ser hospitalizada debido a los cortes de carreteras. José Luis Rodríguez Zapatero ofreció al presidente valenciano, Francisco Camps, "todo tipo de ayuda" y puso a su disposición la Unidad Militar de Emergencias.

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La lluvia dejó una media de cerca de 350 litros por metro cuadrado en seis horas, según el Centro Meteorológico de Valencia, que calificó el fenómeno de lindante con la torrencialidad. Además del desbordamiento de ríos y barrancos, la tormenta provocó cortes en nueve carreteras comarcales, así como interrupciones en el suministro eléctrico en la práctica totalidad de las poblaciones de la comarca. "Estamos a oscuras", comentó alarmada la alcaldesa de Dénia, Francisca Viciano (PSOE), en pleno desalojo de un centenar de residentes en la playa de la ciudad.

La cara trágica del temporal fue el fallecimiento de Encarnación Sastre Ferrer, de 89 años, al inundarse su vivienda, un bajo en las inmediaciones de un barranco en El Verger. La mujer, incapacitada, estaba sola en la casa cuando le sorprendió la riada. Una segunda mujer falleció en Tárbena tras sufrir una reacción alérgica a una vacuna y al mal estado de las carreteras, que impidió trasladarla a un hospital, informa Efe.

Los primeros en sufrir las consecuencias del brutal aguacero fueron los vecinos de Calp, en el litoral del norte de Alicante. La intensa lluvia (más 160 litros en menos de dos horas) desbordó los dos barrancos que atraviesan el núcleo urbano de la población. En menos de 15 minutos, el agua anegó las calles de la parte baja del municipio, en la frontera con el paseo marítimo. En algunos puntos, el agua embalsada superó los 30 centímetros. Decenas de bajos comerciales y garajes quedaron inundados. El temporal también derribó algunos muros, entre ellos los del cámping la Merced. Los 50 acampados tuvieron que ser desalojados y trasladados hasta el polideportivo de la población.

Ante la magnitud del agua embalsada en las calles, el alcalde de Calp, el socialista Luis Serna, ordenó a los bomberos el derribo parcial del muro del paseo marítimo para aligerar la evacuación del agua hacia al mar. La localidad retomó la calma a medida que avanzó la tarde, cuando amainó la intensidad de la tormenta.

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La tensión y la preocupación por el alcance de este torrente de agua se desplazó a primeras horas de la tarde al interior de la comarca, en concreto, a las poblaciones que atraviesa el río Girona (Beniarbeig, El Verger, Els Poblets y Dénia, ya en la desembocadura). El caudal acabó derribando un puente a su paso por el casco urbano de Beniarbeig. Un alud de barro y cañizo llenó las calles adyacentes al desbordamiento. La riada arrasó el polideportivo del pueblo.

El alcalde de la localidad, Luis Gil, calificó la situación como "muy grave". "Hemos visto que por el cauce bajaban rocas, cañizos, coches y hasta jabalíes y un caballo", relató el regidor. El alcalde y los seis policías locales del municipio dirigieron en las primeras horas las labores de atención a los vecinos hasta la llegada de los efectivos del consorcio provincial de bomberos.

El río Girona también se desbordó a su paso por las dos poblaciones siguientes antes de llegar a su desembocadura, Els Poblets y El Verger. Los vecinos de estos dos pueblos se vieron obligados a trepar hasta los tejados de sus viviendas ante la imparable crecida. Siete helicópteros de los servicios de emergencias de la Generalitat valenciana y la Diputación de Alicante rescataron a unas 250 personas a lo largo de la tarde de ayer.

La riada también sorprendió a un centenar de residentes de las urbanizaciones de la playa de les Marines en Dénia. La policía local y los helicópteros rescataron a un total de 80 personas que fueron trasladas a un colegio público de la ciudad.

El desbordamiento de otro río que atraviesa la comarca, el Gorgos, causó inundaciones en las localidades de Ondara, Gata de Gorgos y Xàbia. En este último municipio, la crecida del río dividió el pueblo en dos y causó el corte de varias carreteras locales.

Por otra parte, un hombre de 40 años murió ayer al mediodía en la isla de Ibiza mientras practicaba kitesurf (surf tirado por una gran cometa), en pleno temporal en la playa d'En Bossa, que estaba cerrada para los bañistas, con bandera roja, informa Andreu Manresa. Un súbito golpe de viento lo arrastró y fue a estrellarse contra la fachada de un hotel, a 50 metros de la costa.

Crónica elaborada con información de Rebeca Llorente, Neus Gómez y Lucía Gadea.

El río Girona, muy crecido debido a las lluvias, se llevó por delante un puente en el municipio alicantino de Beniarbeig.
El río Girona, muy crecido debido a las lluvias, se llevó por delante un puente en el municipio alicantino de Beniarbeig.EFE

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