Cataluña debe suprimir 5 millones de toneladas de CO2 al año para cumplir con Kyoto

Cataluña deberá emitir 5,33 millones de toneladas menos de CO2 a la atmósfera cada año para cumplir con el Protocolo de Kyoto. O al menos ésos son los cálculos que ha hecho el Departamento de Medio Ambiente, que dirige el ecosocialista Francesc Baltasar. "Por primera vez tenemos un inventario de la cantidad exacta de CO2 que emitimos a la atmósfera. Y hemos comprobado que entre 1990 y 2005 hemos emitido cada año el 3% más de gases de efecto invernadero. Si no lo paramos, no lograremos salir adelante", explicó ayer Baltasar.

El CO2 es el máximo responsable del calentamiento global que sufre el planeta. Sus efectos se han traducido ya en un aumento de la temperatura de casi dos grados respecto de los últimos 100 años y en episodios meteorológicos extremos que se repiten cada vez con más frecuencia.

El consejero aseguró que Cataluña es la primera comunidad autónoma que cuantifica la cantidad de CO2 que eliminar para que España pueda cumplir con los compromisos asumidos en el Protocolo de Kyoto. Este documento firmado en el marco de Naciones Unidas obliga a los países más industrializados -y, por tanto, los más contaminantes- a reducir en un 20% las emisiones de gases a la atmósfera antes de 2020.

Baltasar apostó por volver a los niveles de 1990, cuando la cantidad de CO2 que Cataluña emitió fue de 38 millones de toneladas. En 2005, año del que se tienen los últimos registros, la cifra fue de 59 millones de toneladas.

Convención, el 17 de octubre

Medio Ambiente ya tiene su cifra mágica, pero ahora falta saber cómo suprimir esos más de cinco millones de toneladas de CO2. La Generalitat ha diseñado el Plan de Acción para la Mitigación del Cambio Climático 2008-2012, que tendrá como punto de partida la Convención Catalana del Cambio Climático, que se celebrará el próximo 17 de octubre.

En este seminario participarán especialistas de los ámbitos académico, económico, asociativo y administrativo. Entre noviembre y diciembre se organizarán debates y sesiones de trabajo con representantes de los sectores económicos y empresariales más contaminantes, como el agrícola, el de los transportes, la construcción y el metalúrgico. Y en febrero de 2008 se celebrará una jornada fina en la que se fijarán las directrices que seguir en el Plan contra el cambio climático.

Según un informe de la ONU presentado este mismo año, el Mediterráneo será una de las áreas que más especialmente sufrirá los efectos del cambio climático. El documento habla de un incremento de olas de calor, problemas para disponer de agua suficiente, riesgos para la salud humana, incendios forestales y descenso de la producción agrícola.