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Reportaje:

Cuidados para los docentes

Un libro enseña técnicas a los formadores para combatir sus enfermedades más comunes

La Escuela de Salud Pública de Andalucía, con sede en Granada, ha publicado un trabajo de dos de sus profesores, Bibiana Navarro y José Luis Bimbela, en el que se indaga en los riesgos sanitarios a los que se ven sometidos los formadores en el ejercicio de su profesión. Bajo el título Cuidando al formador, el texto intenta aportar soluciones y técnicas de prevención para los males que acechan a los docentes.

Los autores parten de la premisa de que estudios recientes concluyen que formar a otros conlleva riesgos importantes para la salud. Afecciones físicas como los problemas osteoarticulares, los vocales y los estomacales se unen a los que afectan a la salud emocional, que son los más frecuentes, como las crisis de ansiedad, la angustia o la impotencia. Esta circunstancia provoca un "peligroso círculo vicioso" con el consumo de fármacos y otras sustancias.

En estas circunstancias, disfrutar de "la apasionante tarea que es provocar aprendizajes" puede sonar a loca quimera o a extrema ingenuidad, como afirman los investigadores. Por este motivo, el libro presenta una serie de técnicas que pretenden mejorar la vida de los formadores y reducir las frecuentes situaciones de estrés a las que se ven sometidos. "Pretendemos solucionar problemas del día a día actuando sobre las emociones mediante diferentes técnicas de respiración, de inteligencia emocional o de automasaje", asegura Bimbela, autor de otros libros, uno de ellos dirigido a los jóvenes para prevenir la transmisión del SIDA, que también publicó la Escuela Andaluza de Salud Pública.

En opinión del profesor, el momento actual resulta crucial en todo lo que respecta a la educación por la aparición de la enseñanza virtual y la globalización. Es por eso por lo que, más que nunca, "es muy necesario conseguir que los formadores disfruten con su trabajo", lo que en la actualidad no sólo no se produce en la mayoría de los casos, sino que el profesorado acaba por mostrar una importante apatía hacia su profesión, lo que deriva en diferentes afecciones, fundamentalmente psicológicas.

Esta situación, asegura Bimbela, es consecuencia de que hoy en día "en el entorno sociocultural el esfuerzo o el cumplimiento de las normas no gozan de mucho prestigio ni de excesiva fama, lo que hace muy complicado el trabajo de los profesores y maestros, que merecen que les cuidemos porque su labor es vital para el desarrollo de una sociedad mejor".

El objetivo del manual publicado por la Escuela Andaluza de Salud Pública es doble. Por una parte se trata de conseguir que el lector desarrolle, aún mejor, las tareas formativas; y, por otra, que eso lo consiga con el menor coste posible, sin dejarse la salud física, emocional o social en el intento.

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El manual ofrece, además, una serie de preguntas para la reflexión que tienen como objetivo orientar y motivar a los formadores para que no bajen la guardia ni en los peores momentos. Estas preguntas, que constituyen en opinión de sus autores una parte fundamental del libro, indagan en las ventajas y utilidades que ofrece la enseñanza para los formadores, no para los alumnos.

"El objetivo último es cuidar al formador, y de ese modo nos cuidamos todos", asegura Bimbela, que considera la enseñanza un trabajo "de alto riesgo", lo que en su opinión demuestran estadísticas como la de que los profesores consumen un 10% más de tranquilizantes que el resto de la población.

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