"Una gota fría de estas características es impredecible"

El alcalde de Alcalá de Guadaíra se junta las manos para formar una circunferencia de diez centímetros de diámetro. Es el tamaño de algún pedrusco de granizo que retiró ayer mismo. A estas piedras, compactas y que se derriten a duras penas, achaca el tapón que impidió desaguar la riada.

Pregunta. ¿A qué atribuye lo ocurrido?

Respuesta. Lluvia como la de ayer hemos tenido muchas en los últimos años y no pasó nada. Presumíamos de tener las mejoras infraestructuras pluviales de la provincia.

El problema fue el granizo, de entre 30 y 40 centímetros que taponó, el viento de 100 kilómetros por hora y los 80 litros por metro cuadrado en 15 minutos. La ciudad se convirtió en un río de más de metro y medio de altura, que arrasó todo lo que podía: personas o coches.

P. ¿Se podría haber evitado este impacto?

R. Es imposible evitarlo. Una gota fría de estas características es impredecible. Estábamos en alerta amarilla.

P. ¿Es un fallo no haber declarado otra alerta?

R. No. A las 20.30 pusimos en marcha el plan de emergencia en el casco urbano.

P. ¿Está satisfecho con el funcionamiento del plan?

R. Mucho. Ha funcionado estupendamente la organización en todos los servicios y de forma coordinada.

P. ¿Qué es lo más difícil de recuperar?

R. La pérdida irreparable son las dos personas. Fundamentalmente me preocupan las viviendas y los comercios porque la vía pública tiene su reparación. Hemos retirado entre 70 y 80 vehículos muy afectados. Trataremos de devolver la ciudad a la normalidad lo antes posible.