Mujeres que impulsan la economía rural
17 vecinas de La Marina Alta, El Comtat y L'Alcoià crean empresas con apoyo europeo
En los pueblos pequeños las opciones laborales para las mujeres están muy limitadas. También las vitales. Dedicadas principalmente al cuidado de los niños y de los ancianos, muchas luchan por mantener una vida laboral que acaba suponiendo una sucesión de trabajos de temporada. No hay mucho donde elegir. La tendencia, sin embargo, está cambiando. La cooperativa Cerezas Montaña de Alicante impulsó en 2002 un proyecto para diversificar actividades que finalmente ha contado con el apoyo de fondos europeos (a través del programa Equal) y de la Consejería de Agricultura, y que ha cuajado en la creación de 17 empresas por parte de mujeres en las comarcas de La Marina Alta, El Comtat y L'Alcoià.
La edad media de las empresarias ronda los 35 y 40 años. Araceli Alemany tiene 38 años. Es la presidenta de la asociación y también una de las emprendedoras. Con dos hijos, esta vecina de Benialí, había trabajado a temporadas en la almazara del pueblo o en algún bar. Y pese a sus reticencias iniciales, las impulsoras de la iniciativa la convencieron para acudir a cursos de cocina y "poco a poco te vas enganchando". Hace dos semanas abrió un bar en su pueblo, donde "no hay casi nada". Araceli pretende, a través de la asociación, apoyar "a hombres y mujeres" en la creación de empresas para dar vida "a los pueblos que se estaban quedando despoblados".
¿Por qué una iniciativa para mujeres?. "Porque son las mujeres las que más se quedan en los pueblos", explica Amparo Alemany, quien fuera presidenta de la cooperativa cuando nació el proyecto. "La mujer ha estado muy vinculada a la agricultura, pero ahora toma el protagonismo de iniciativas económicas en otras actividades", resumen Neus Alemany y Magalí Martínez, directora técnica y directora financiera del proyecto, respectivamente.
La iniciativa pretende desarrollar la economía de la zona y lograr que las mujeres accedan a puestos de dirección y responsabilidad. Y su desarrollo ha supuesto la formación y orientación de estas emprendedoras, de las cuales más de la mitad no tenía empleo. Negocios de fabricación de mermeladas, de elaboración y comercialización de aceite, de bares y restaurantes, de tiendas o de servicios de limpieza y contables han nacido del proyecto. Así hasta 17 negocios que han creado la Asociación Empresarial Riu de Valls, que ayer se presentó en Alicante. El proyecto ha contado con 1,27 millones de presupuesto, de los cuales 954.000 proceden del fondo social europeo y el resto de la Consejería de Agricultura.
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