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Otras 31 cámaras vigilarán varias calles de Centro desde enero

La medida, avalada por jueces y fiscales con algunas condiciones, se decidirá el lunes

Gran parte de la zona centro de Madrid -Gran Vía, calle de la Montera, plaza de Soledad Torres Acosta, red de San Luis y su entorno...- será vigilada por 30 cámaras móviles y una fija a partir de enero. El lunes se reunirá la Comisión de Garantías de la Videovigilancia, integrada por jueces, fiscales, abogados y la Delegación del Gobierno, para decidir si da luz verde a estas nuevas cámaras, como ya hizo en la plaza Mayor y en el museo al aire libre de la Castellana.

"Habrá prostitutas, si hay clientes a los que les da igual ser filmados", aventura un vecino
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A un paso de la videovigilancia

Es previsible que diga que sí, pero con condiciones. Los dos pesos pesados de esta comisión, su presidente, Javier María Casas, que también lo es del Tribunal Superior de Madrid, y el fiscal jefe, Manuel Moix, recorrieron ayer la zona y no vieron inconvenientes. Pero pondrán restricciones: estricto respeto a las viviendas de la zona, que se informe con carteles y sin ambages a los transeúntes, como marca la ley, y que pasados siete días se destruyan las imágenes. Estas cámaras tienen una novedad: para evitar la tentación de enfocarlas hacia las primeras plantas de los pisos de la zona, disponen de un sistema que enmascara las imágenes que se capten por encima de cuatro metros de altura.

Atajar la inseguridad, el trapicheo con drogas y la prostitución en el centro histórico, comercial y turístico de Madrid es su objetivo. En la calle de la Montera, cuyos vecinos llevan años quejándose de la manifiesta presencia de prostitutas, con las cámaras se busca ahuyentar a los clientes. "Si temen que les filmen, no irán; y si no hay clientes, tampoco habrá prostitutas", razonó, enfadado, Juan Cid, vecino.

El Consistorio, como marca la ley, pidió a la citada comisión que aprobara la instalación de las cámaras. Alega que la zona elegida supera la media delictiva de la capital y que es una medida que vecinos y comerciantes demandan desde hace años.

Los miembros de la comisión querían conocer los lugares exactos en que se van a colocar las cámaras. Todas serán móviles, salvo una fija que estará ubicada a la salida del aparcamiento de la plaza del Carmen. El presidente del Tribunal Superior, Javier María Casas, avanzó que su impresión "no es desfavorable". "Se respetan y se garantizan" los derechos de los ciudadanos, dijo. El fiscal jefe tampoco halló ninguna pega.

Las cámaras estarán protegidas por carcasas antivandálicas y se instalarán en fachadas (entre el bajo y el primer piso) o en báculos -farolas o semáforos- a unos cuatro o cinco metros de altura, enfocadas todas ellas hacia la vía pública. La señal de vídeo se almacenará en la Jefatura de la Policía Municipal, en la calle de Albarracín, y en la Unidad Integral de Distrito de la calle de la Montera. Las imágenes serán supervisadas por agentes y se destruirán a los siete días, salvo si muestran algo delictivo, lo que sería comunicado al juzgado.

El concejal de Seguridad aseguró que el "deseo" del Ayuntamiento y de los comerciantes y los vecinos es recuperar el uso público de las calles, y puso como ejemplo "el éxito de este sistema, que desde hace dos años funciona en la plaza Mayor". Calvo avanzó que las nuevas cámaras "servirán de experiencia para, si fuera necesario, demandado y viable, poner más en otros puntos de la ciudad".

No obstante, precisó que, de momento, "no está prevista" la implantación de un sistema parecido en ninguna otra zona. Calvo confía en que estas 31 cámaras "resulten disuasorias para el ejercicio de la prostitución".

Vecinos de este punto de la ciudad habían anunciado su intención de usar cámaras web domésticas para filmar a quienes solicitan servicios a las prostitutas, para descargar las imágenes en Internet. El alcalde Alberto Ruiz-Gallardón contestó ayer que eso era ilegal. El portavoz de la Asociación de Vecinos y Comerciantes de la calle de la Montera, Juan Ramírez, apoyó las nuevas cámaras, pero apostó por una mayor presencia policial uniformada.

Dos prostitutas de esta calle se mostraron indiferentes ante el paso de la comitiva judicial. "Me da igual que pongan cámaras y me vean; voy a seguir aquí", sentenció una de ellas.

Una mendiga trata de ocultarse al paso de los miembros de la Comisión de Garantías por la Gran Vía.
Una mendiga trata de ocultarse al paso de los miembros de la Comisión de Garantías por la Gran Vía.ULY MARTÍN

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